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Voto de Ferdydurke:
6
6,1
1.288
Drama. Romance. Comedia
Rodada en catalán, adaptación de la obra de Sergi Belbel sobre diversas historias de amor y desamor. La ciudad, inquieta, de noche. Asistimos a una ronda (discontinua) de once historias de personajes con diferentes relaciones: parejas, madre-hija, compañeros, hermanos, jóvenes-viejos, padre-hijo, amantes, padre-hija, madre-hijo... que no consiguen acariciarse (comunicarse, amarse). En la época actual, final de milenio. Situaciones ... [+]
31 de julio de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde la ciudad nerviosa.
Ataque verbal con olor a semen y ensalada tropical.
Está bien. Historia por relevos; cuenta la tuya que ahora voy yo con la mía.
Lo feo, lo que no se dice, la lucha, hacerse daño, agredir y defenderse, herirse.
Animales dañados y acorralados, en mal estado, que llenos de miedo, rabia y desesperación golpean y se protegen.
Por este orden: David Selvas, Laura Conejero, Julieta Serrano, Monserrat Salvador, Agustín González, Naim Thomas (sí, el de OT1), Sergi López, Merce Pons, Jordi Dauder, Roger Coma y Rosa María Sardá. Algunos están muy bien, los más jóvenes no tanto. Once cuentos y una caricia.
Negrura, dolor. Brillantez. Se saca partido a los diálogos; una artificiosidad crispada, tensa; saltan chispas de sarcasmo.
Ataque verbal con olor a semen y ensalada tropical.
Está bien. Historia por relevos; cuenta la tuya que ahora voy yo con la mía.
Lo feo, lo que no se dice, la lucha, hacerse daño, agredir y defenderse, herirse.
Animales dañados y acorralados, en mal estado, que llenos de miedo, rabia y desesperación golpean y se protegen.
Por este orden: David Selvas, Laura Conejero, Julieta Serrano, Monserrat Salvador, Agustín González, Naim Thomas (sí, el de OT1), Sergi López, Merce Pons, Jordi Dauder, Roger Coma y Rosa María Sardá. Algunos están muy bien, los más jóvenes no tanto. Once cuentos y una caricia.
Negrura, dolor. Brillantez. Se saca partido a los diálogos; una artificiosidad crispada, tensa; saltan chispas de sarcasmo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Violencia doméstica (reparte él tanto como ella; hoy supongo que no se podría contar de esta manera, ella solo podría ser víctima); recuerdos, nostalgia y homosexualidad femenina; enfermedad terminal, traición fraternal y vagabundeo; niñato en la noche, robo, saqueo; pederastia (o no, es un adolescente ya talludito y él se ofrece; otra escena, imagino, que hoy habría que eliminar antes de que se te coma la censura omnímoda), coche, baño, incesto (o sí, eso parece); fetidez y desgracia; odio al padre por un pescado; homosexualidad masculina se supone que un poco de pago con espejo y ya somos cuatro, o tres si me quito de en medio; madre adolorida y desagradecida que sin escrúpulos la condenada y muy necesitada sisa; y, finalmente, estalla el universal y necesario amor que nos arropa, consuela y reconcilia con la puta vida, después de tanta mala agonía, chaparrón que dulcifica.
Se juega a la provocación, a lo no timorato; se pretende estirar la habitualmente pacata realidad, destrozarla un poco, que con los pedazos rotos se construya algo más bueno, lo cual es estupendo.
Pero dentro de una convencionalidad (formal: estructura clara, sin fisuras, que se repite; y de contenido: modelo dramático obsesivo que se va reduplicando; un personaje zahiere y el otro responde, aunque no sea siempre de la misma forma y, obviamente, tenga sus matices) que acomoda y que permite que el fuerte material no se les vaya de las manos; y eso está bien, pero también puede ser un poco malo, limita un tanto, achata la saludable propuesta, la lima y hace que no duela demasiado.
Teatro filmado. Intento de que sea cinematográfico. Bastante logrado, no del todo, claro.
Me lo quedo.
Se juega a la provocación, a lo no timorato; se pretende estirar la habitualmente pacata realidad, destrozarla un poco, que con los pedazos rotos se construya algo más bueno, lo cual es estupendo.
Pero dentro de una convencionalidad (formal: estructura clara, sin fisuras, que se repite; y de contenido: modelo dramático obsesivo que se va reduplicando; un personaje zahiere y el otro responde, aunque no sea siempre de la misma forma y, obviamente, tenga sus matices) que acomoda y que permite que el fuerte material no se les vaya de las manos; y eso está bien, pero también puede ser un poco malo, limita un tanto, achata la saludable propuesta, la lima y hace que no duela demasiado.
Teatro filmado. Intento de que sea cinematográfico. Bastante logrado, no del todo, claro.
Me lo quedo.