Media votos
4,3
Votos
2.841
Críticas
2.841
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ferdydurke:
5
6,7
4.338
Drama
Un hombre huye de la guerra civil en Sri Lanka y, para conseguir que Francia le conceda el derecho de asilo, hace pasar por su familia a una mujer y a una niña que huyen también del país. Una vez en suelo francés, encuentra trabajo como conserje en un edificio situado en un barrio problemático de las afueras. A pesar de que no hablan francés, se adaptan progresivamente a su nuevo país. (FILMAFFINITY)
7 de noviembre de 2015
24 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película difícil de clasificar o criticar. Por un lado, en verdad que es buena: muy bien filmada, una interesante historia, actores perfectos; potente, rotunda, admirable... Por el otro, no tanto o mucho menos. Es bastante tramposa narrativamente. Se manipula el devenir de los personajes de manera forzada y brutal. Se cambia el tono y la intención de forma brusca y estrepitosa. Y no era necesario.
Dicho de otro modo, es una película de alma realista, casi documental, hecha con el típico rigor francés a la hora de iluminar asuntos peliagudos y vidriosos. De afán esclarecedor e informativo. Concreta, dura, fiel a los hechos. Ruda y poética. Pero con un cuerpo hinchado por los esteroides y lleno de maquillaje. Una deriva hacia el cine negro cogida por los pelos, progresiva, pero especialmente chapucera a última hora. Esas dos mitades, la contemplativa y la salvaje, no están bien unidas. Se promete sentido y sensibilidad y se acaba ofreciendo ruido y furia. Pasamos de una mirada ajustada y sobria a un folloneo fallero poco creíble.
Es la historia de un soldado que se convirtió en portero. De cómo se llevó la guerra a cuestas. O, más bien, de cómo, por mucho que quieras huir, el pasado te atrapa. Y, quizás, lo más importante, es el retrato fatalista de una injusticia global; en el primer mundo se aparta y se esconde la violencia en guetos, la guerra de baja intensidad se mete debajo de la alfombra y hacemos como si no existiera, miramos para otro lado, lo mismo que con las abismales diferencias sociales o hacen los poderes públicos con toda la pobre gente de modo más o menos disimulado, hipócrita o descarnado.
Dicho de otro modo, es una película de alma realista, casi documental, hecha con el típico rigor francés a la hora de iluminar asuntos peliagudos y vidriosos. De afán esclarecedor e informativo. Concreta, dura, fiel a los hechos. Ruda y poética. Pero con un cuerpo hinchado por los esteroides y lleno de maquillaje. Una deriva hacia el cine negro cogida por los pelos, progresiva, pero especialmente chapucera a última hora. Esas dos mitades, la contemplativa y la salvaje, no están bien unidas. Se promete sentido y sensibilidad y se acaba ofreciendo ruido y furia. Pasamos de una mirada ajustada y sobria a un folloneo fallero poco creíble.
Es la historia de un soldado que se convirtió en portero. De cómo se llevó la guerra a cuestas. O, más bien, de cómo, por mucho que quieras huir, el pasado te atrapa. Y, quizás, lo más importante, es el retrato fatalista de una injusticia global; en el primer mundo se aparta y se esconde la violencia en guetos, la guerra de baja intensidad se mete debajo de la alfombra y hacemos como si no existiera, miramos para otro lado, lo mismo que con las abismales diferencias sociales o hacen los poderes públicos con toda la pobre gente de modo más o menos disimulado, hipócrita o descarnado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En el personaje del joven mafioso con el que suele hablar la protagonista, se ve, en mi opinión, la mayor debilidad de esta historia. Se utiliza como enlace inverosímil, como peón artificial para pasar de los dramas domésticos de esa familia ortopédica a la carnicería final. Esa última balacera es un "Taxi Driver" bastante delirante. "Johnny cogió su fusil" y los puso a todos a dormir. "Rambo" había nacido en Sri Lanka.
Con un remate "feliz" puesto por un concejal de urbanismo, o así.
Con un remate "feliz" puesto por un concejal de urbanismo, o así.