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Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
6
Terror. Thriller Unas tranquilas vacaciones navideñas familiares se convertirán en una pesadilla cuando los niños empiecen a cambiar de actitud hacia sus padres y a desarrollar extrañas habilidades. (FILMAFFINITY)
27 de octubre de 2010
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra cinta de terror abducida en nuestro país, esta vez enmarcada en el subgénero de los niños terroríficos, que ya nos ha regalado joyitas del pasado como "El pueblo de los malditos", "La profecía" o "¿Quien puede matar a un niño?", entre otras. Precisamente a ésta última es a la que más recuerda la propuesta de Tom Shankland.

Imagínense ustedes que sus retoños, junto a otros tiernos amiguitos, se confabulan inexplicablemente, durante unas vacaciones en una casa de campo aislada dentro de un idílico bosque nevado, para sacarle los higadillos a la mínima que se descuide. ¿Atacaría a sus propios hijos para salvar su vida o se dejaría matar? Es esa dicotomía, la visceralidad inmoral de la propuesta, lo que realmente incomoda y perturba en "The children", más que no su sanguinolenta truculencia (que la hay, y a puñaos).

Sí, ronda por terrenos un tanto trillados, más aún al ser un año posterior a otra incursión británica con críos asesinos, la excesivamente galardonada "Eden Lake", pero se revela en un film bastante superior en efectividad. Es una cinta muy angustiosa, que juega con los miedos arraigados y los tabúes; nada da más mal rollito que la perversión de lo que se supone puro per se. Si cogemos y transformamos a adorables querubines con babero en psicópatas charcuteros de medio metro con un chupa chups en una mano y una navaja de afeitar en la otra, el acojone, por lo menos a mi modo de ver, está garantizado.

Lo cierto es que la puesta en escena, la espléndida fotografía invernal, el manejo de la intriga y las calculadas explosiones de violencia son lo que revaloriza un guión de sencillez parvularia, valga la redundancia, que quizás en manos de otro director hubiese resultado una pifia. Aquí se maneja el tempo con lucidez y los niveles de hemoglobina, sin dejar de impactar, no buscan explicitud gore, otorgando cierta aura de seriedad y buen oficio al producto. Todo ello rematado con un aura de pesimismo y mala leche que tira para atrás.

Total, que si al acabar de verla a uno le dan ganas de someterse a una vasectomía, será que sus responsables tan mal no han hecho los deberes. Muy inquietante.
RandolphCarter
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