Naomi Watts es conocida por ser una gran actriz y en esta película vuelve a demostrar el por qué, ya que actúa muy bien y se mete en el papel de lujo. Pero eso no es suficiente para una película que nos quiere contar algo y tarda en hacerlo demasiado tiempo. Creo que hubiera quedado mejor si hubiera sido pensado como un mediometraje porque hora y media es mucho tiempo para reunir la idea que quiere mostrar el director de la película. Es agobiante de ver y eso es positivo y más ahora que vivimos una situación de cuarentena aunque tampoco vemos gente por las calles. Todos los personajes que aparecen no tienen significado como tal y nos hace pensar si realmente se los está imaginando, porque ni pinchan ni cortan en la historia, parece que están ahí para rellenar hueco y poder llegar a la hora y media de película sin tratar lo que deben tratar. Pero he de decir que el cuarto de hora final de la película es bastante bueno y me ha llegado a recordar a escenas de películas indie, donde parece ser todo un mundo onírico porque todo el ambiente cambia de repente y te hace pensar en que es realmente verdad y que puede ser alucinación.