Los Wachowski lo hacen de nuevo. Ya no contentos con haber estremecido al mundo con una trilogía que se cuestionó la naturaleza, el origen y la trama de la realidad, ahora vienen con este filmazo de casi tres horas que sacuden a cualquiera hasta la última neurona. De verdad, para hacer algo mejor que "El Atlas de las Nubes", les va a costar trabajo.
De los veteranos tengo poco que decir. Jim Broadbent y Susan Sarandon no dejan caer la expectativa, aunque la Sarandon casi no sale en pantalla. Halle Berry y Tom Hanks bien, aunque del ex-Forrest Gump esperaba más. Lo que definitivamente superó mis expectativas, fue descubrir a Doona Bae en el papel de Sonmi-431. Después de acostumbrarme a actores occidentales, Doona me sorprendió porque no solo transmite "eso" de interpretar a una camarera cuasirrobotizada nacida de una probeta, sino que también convence cuando asume el papel de heroína de la resistencia. No importa si sabe que va a morir.
Jim Sturgess me incomoda un poco. No desentona, porque su papel está bien puesto, pero tampoco abandona los roles de tipo ingenuo que lo hicieron famoso. Además, se me ocurrían catorce actores mejores que él para meterse en la piel de sus personajes.
Ben Whisaw y James D'Arcy tampoco lo hacen mal. No obstante, D'Arcy actuó mejor en la tercera historia que en la segunda.
En pocas palabras: los de "Cloud Atlas" no llegan a ser tampoco los mejores ciento cincuenta minutos que he pasado frente a una pantalla, pero están cerca. Una película casi perfecta.