Era cuestión de tiempo que la Universal realizase un remake del ‘Fantasma de la Ópera’ para su universo de monstruos, pues la original pese a ser una de sus mejores obras era la única que pertenecía al cine mudo, cuyo lenguaje es totalmente distinto al del sonoro.

La historia de esta versión es tan diferente que bien podrían cambiarle el título, lo que no tendría que ser malo pero lo es, por simplista y tonta. En verdad la trama en sí dura 5 minutos, el resto son insufribles momentos musicales operísticos y vergonzosa comedia insípida. Me parece una de las peores películas de la galaxia monstruosa, incluso teniendo en cuenta las innumerables secuelas de serie b de todas las franquicias. A lo mejor alguien que le guste la ópera puede apreciar los momentos musicales, pero a mí, desde un punto de vista cinematográfico, me resultan pesados, anodinos, excesivamente largos, asesinos del ritmo narrativo y carentes de interés visual e incluso musical. Por momentos lo único en lo que pensaba era en arrancarme los ojos y usarlos de tapones en las orejas para terminar con el sufrimiento de tener que presenciar tan molestos actos.

Quitando la parte musical, lo demás suena asimismo a cristales rotos. El Fantasma es un ser patético por el que no llegas a sentir nada, ni lástima ni odio. Te intentan colar que se mueve por amor pero en verdad el personaje está muy mal dibujado y no terminas de entender sus actos, con o sin amor. El maquillaje es lamentable y cuando revelan su cara deformada el asombro del resto de personajes solo queda ridículo y da risa. Una risa que desde luego no consigue sacar la parte cómica del trío amoroso, cuyas escenas si producen algo es vergüenza ajena.

La verdad, solo destacaría la fotografía a color. Las interpretaciones también dejan mucho que desear. Naufraga estrepitosamente en su mezcla de comedia, romance, musical y terror. Pésima en todos sus aspectos, su lugar reside en las cloacas de París.