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España España · Crystal Lake
Voto de Biopunk:
9
Documental. Terror Mezclando el documental y la ficción dramática, la película descubre la relación de los hombres de la Edad Media (su actitud y la proliferación de brujos y brujas) con algunas situaciones modernas de los años veinte. Un repaso al mundo del ocultismo, la magia negra y la brujería, a través de varios siglos, para dibujar un panorama que puede resultar tan fascinante como estremecedor. Película parcialmente basada en un manual alemán para ... [+]
20 de setiembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tan perturbador resulta este documental de 1922 que pasó a la posteridad como una película de terror imprescindible del cine mudo.

La obra se inspira, entre otros, en el «Malleus Maleficarum», la guía que usaba la Inquisición para encontrar, juzgar y sentenciar a las supuestas brujas durante ese delirio enfermizo y vergonzoso que supuso la época de la caza de brujas, en las cuales se asesinó a saber cuantas mujeres, hombres y niños, pero sobre todo las primeras.

Pero no solo de esa época trata el asunto, aunque puede que sea en la que más tiempo pasa. Se recorre la evolución de las creencias, temores, leyendas o relatos de la humanidad sobre el cielo y el infierno, sobre los demonios y sus adoradores, desde el origen de los tiempos hasta la actualidad.

Se nos presentan imágenes y documentos reales, descritos en detalle, confesiones de supuestas brujas, historias populares… para luego recrear esos siniestros acontecimientos, sin tapujos, dando lugar a toda una sucesión de escenas surrealistas, terroríficas, eróticas, esperpénticas, absurdas… no puedes más que caer presa del embrujo de las imágenes.

Nos adentramos en el día a día de una humilde bruja, con sus pócimas y conjuros. Observamos las apariciones tentativas del diablo, siempre grotesco. Viejas y feas se juntan con jóvenes y guapas en el aquelarre lujurioso. Nos paseamos por la salvaje Edad Media y la no menos sangrienta Edad Moderna, haciendo un alto en el camino para contemplar los artefactos de tortura utilizados en las confesiones, escalofriantes. Cualquiera confesaría lo que sea al verse en esos artilugios del dolor. Avanzamos a la Edad Contemporánea, proponiendo ahora un análisis racional del asunto, a la par que examinamos como esas supersticiones siguen presentes. A su vez vemos la evolución del pensamiento a lo largo de toda la historia. Un poco parece que hemos mejorado, aunque, ¿de verdad lo hemos hecho? Tal vez solo hemos cubierto el sadismo con una capa de falso civismo. Bueno, al menos ya no quemamos gente en la hoguera.

El propio Benjamin Christensen es el encargado de interpretar al Diablo. Su dirección es soberbia. Las recreaciones parecen cuadros escenificando pesadillas. Caracterizaciones sobrecogedoras.

Los minutos se pasan volando, resulta fascinante, hipnótica. Una poesía macabra que indaga en la historia de la brujería con ojo analítico y neutral. Si inquieta ahora, imagina a principios del siglo XX.
Biopunk
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