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Voto de Tio Penthal:
4
6,6
57.479
Thriller. Drama
Desde que su mujer sufrió quemaduras en todo el cuerpo a raíz de un accidente de coche, el doctor Robert Ledgard, eminente cirujano plástico, ha dedicado años de estudio y experimentación a la elaboración de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla; se trata de una piel sensible a las caricias, pero que funciona como una auténtica coraza contra toda clase de agresiones, tanto externas como internas. Para poner en práctica este ... [+]
3 de setiembre de 2011
43 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Almódovar nunca quiso hacer prisioneros con su cine: o se le considera un genio o se le odia, y realmente en muy pocas ocasiones ha permitido que sus películas lleguen a un público más amplio, como puede ser Volver. En este caso, les adelanto que volvemos a los más crudo de la guerra, porque aquí hay mucho Almodóvar para amar o desechar. Eso sí, todo está presentado con exquisito gusto, gran fotografía, incesante BSO y todo lo que ustedes quieran; me gustaría poder decir que es pura estética sin fondo, pero desafortunadamente se trata de pura estética con fondo, pero un fondo muy malo. Como habrán leído en otras críticas, lo grotesco es omnipresente en la película (actuaciones para poner en cuarentena, diálogos auténticamente chanantes, situaciones descacharrantemente dramáticas...), pero corresponde a cada uno el decidir si es grotesco-grotesco o grotesco-sublime. Yo, que cada vez gusto más de llamar a cada cosa por su nombre, diré sin tapujos que el último Almodóvar no es visualmente exquisito sino relamido, no es transgresor sino escatológico, y no es original sino abiertamente ridículo. Para aquellos que quieran hacerse una idea más clara de esto, sigo en Spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No se engañen por la elegante puesta en escena: esto es el Almodóvar de siempre haciendo psicoterapia propia con su cine. La película está repletita de individuos culeando, cremas lubricantes, travelos, forzamientos sexuales, tortillas de patata, etc. Eso sí, no recuerdo ninguna monja violadora. Y no es que todo esto me repela porque sí: de hecho, películas suyas como La ley del deseo o La mala educación me parecieron extraordinarias.