¿No os ha pasado alguna vez que escogéis una película que tenéis ganas de ver y, una vez puestos al lío, nada de lo que ves te llama realmente la atención? Pues esta podría ser mi experiencia con ‘Código emperador’, una película bien hecha, nada mal actuada ni dirigida pero que tiene un guión demasiado planito para resultar atractivo.

Si me preguntáis por el argumento, os voy a ser sincero y decir que poco os puedo explicar más allá de la sinopsis del primer párrafo porque, aunque ‘Código emperador’ se empeña en demostrar que es un thriller de primera, serio, bien interpretado, cuyo objetivo es demostrar que aquí en España podemos realizar películas de género que pueden estar a la altura de los americanos de Mann (pero ni se asoma), no puede evitar ser una de esas películas que se ve con el piloto automático puesto y se olvida al cabo de unas horas de salir de la sala de cine.

Es cierto que más o menos da lo que te esperas, con ingredientes de sobra conocidos como ese protagonista estresado, descubriendo trapos sucios o las ahora llamadas “cloacas del estado”, pero todo termina siendo más monótono de lo esperado y un tanto aburrido. Me faltan sorpresas o momentos impactantes y me sobran esos ratos que, parecen intensos, pero que en realidad sirven solo para rellenar metraje.

Es de esas en las que Luis Tosar encabeza el reparto, haciendo lo que sabe para este tipo de propuestas, pero es un papel que me da la sensación de que en los últimos años tiene un poco explotado y de que un cambio de registro le vendría la mar de bien. No puedo evitar pensar en que esta película con Tosar ya la he visto y termina siendo Miguel Rellán lo más destacable de la función y, dicho sea de paso, una alegría verle por aquí.

‘Código emperador’ es un ni fu, ni fa.

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