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4
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51.157
Fantástico. Acción. Romance
Como la mayoría de los adolescentes de su edad, Peter está intentando descubrir quién es y cómo ha llegado a ser lo que es. En su viaje para atar los cabos de su pasado descubre un secreto que guardaba su padre, un secreto que finalmente dará forma a su destino como Spiderman. (FILMAFFINITY)
11 de julio de 2012
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film que revisa de nuevo el inicio de las andanzas del hombre araña y que nos vuelve a contar EXACTAMENTE LA MISMA HISTORIA (aunque peor contada) que ya narró hace tal solo 10 años Sam Raimi (que quizá describió con menos fidedignidad hacia el cómic... pero sí con mucha más chispa y acierto en su puesta en escena, eso desde luego).
Vamos a ver, un "reboot" es algo innecesario a no ser que tenga un propósito de mejorar los productos anteriores... y ese propósito tiene que demostrarse en la pantalla (caso de las maravillas que ha hecho Nolan con Batman).
Pues bien, antes del estreno se nos dijo que ésta sería una revisión de la historia de Spider-Man que aportaría algo más acurado al cómic que la trilogía de Raimi (esto sí se cumple) y que aportaría un tono más adulto, oscuro y serio (¿era necesario?, ¿desde cuando "Spidey" ha tenido un tono oscuro en los cómics?, ¿no ha sido siempre un superhéroe bromista y vivaracho? Al menos así es como lo recuerdo en los 90...). Bueno, puede pasarse que la evidente excusa del "reboot" sea aportar una oscuridad que nadie ha pedido, pero es que ni siquiera lo consigue!!! Este "Spider-Man" es tan profundo, tenebroso y adulto como la saga rosa de "Crepúsculo". Y es que todos sus minutos se gastan en una interminable ristra de previsibles clichés de instituto norteamericano tratados con una superficialidad tan infantil como vergonzosa que convierten a sus forzadísimos momentos en algo ostentosamente artificial. No se ahonda en ningún acontecimiento dramático con la seriedad esperada que prometía, y la trama villano-superhéroe jamás ofrece ningún tipo de motivación de enjundia o de misterio detectivesco que todo buen cómic de superhéroe (Spidey incluido siempre) tiene y debe tener. Y es que su guión es mediocre tirando a malo (enemistades que se tornan en amistades por arte de magia y sin ningún tipo de coherencia, actitudes discordantes, etc), y fue mucho mejor conducido en la primera entrega de Raimi (que nadie espere aquí ninguna frase para el recuerdo al estilo "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", o algún momento memorable como ese beso dado la vuelta o ese Peter Parker descubriendo sus poderes con diversión en espejos paredes y azoteas).
Quizás no debería comparar este film con el primero de 2002, pero es que esta película nació (y fue concebida) para ser comparada. Así que comparemos: "The Amazing Spider-Man" es más infantil en su guión, es muchísimo más descompuesta en su ritmo narrativo (eternas secuencias de acción e interminables escenas de proposiciones románticas se entremezclan con momentos dramáticos narrados a matacaballo (sigue en spoilers)...
Vamos a ver, un "reboot" es algo innecesario a no ser que tenga un propósito de mejorar los productos anteriores... y ese propósito tiene que demostrarse en la pantalla (caso de las maravillas que ha hecho Nolan con Batman).
Pues bien, antes del estreno se nos dijo que ésta sería una revisión de la historia de Spider-Man que aportaría algo más acurado al cómic que la trilogía de Raimi (esto sí se cumple) y que aportaría un tono más adulto, oscuro y serio (¿era necesario?, ¿desde cuando "Spidey" ha tenido un tono oscuro en los cómics?, ¿no ha sido siempre un superhéroe bromista y vivaracho? Al menos así es como lo recuerdo en los 90...). Bueno, puede pasarse que la evidente excusa del "reboot" sea aportar una oscuridad que nadie ha pedido, pero es que ni siquiera lo consigue!!! Este "Spider-Man" es tan profundo, tenebroso y adulto como la saga rosa de "Crepúsculo". Y es que todos sus minutos se gastan en una interminable ristra de previsibles clichés de instituto norteamericano tratados con una superficialidad tan infantil como vergonzosa que convierten a sus forzadísimos momentos en algo ostentosamente artificial. No se ahonda en ningún acontecimiento dramático con la seriedad esperada que prometía, y la trama villano-superhéroe jamás ofrece ningún tipo de motivación de enjundia o de misterio detectivesco que todo buen cómic de superhéroe (Spidey incluido siempre) tiene y debe tener. Y es que su guión es mediocre tirando a malo (enemistades que se tornan en amistades por arte de magia y sin ningún tipo de coherencia, actitudes discordantes, etc), y fue mucho mejor conducido en la primera entrega de Raimi (que nadie espere aquí ninguna frase para el recuerdo al estilo "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", o algún momento memorable como ese beso dado la vuelta o ese Peter Parker descubriendo sus poderes con diversión en espejos paredes y azoteas).
Quizás no debería comparar este film con el primero de 2002, pero es que esta película nació (y fue concebida) para ser comparada. Así que comparemos: "The Amazing Spider-Man" es más infantil en su guión, es muchísimo más descompuesta en su ritmo narrativo (eternas secuencias de acción e interminables escenas de proposiciones románticas se entremezclan con momentos dramáticos narrados a matacaballo (sigue en spoilers)...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
...como la muerte del tío Ben), es más atropellada en su dirección (¡vaya escenas de acción tan marrulleras y antiestéticas, por cierto! Desde luego ni sorprenden ni asombran), la química entre actores es pobre o inexistente y es, a nivel general, inferior en sus actuaciones a las dos primeras entregas de Raimi (mira que Tobey Maguire no es precisamente un actor digno de ser destacado, pero al lado de Andrew Garfield es el súmmum del carisma. Físicamente Garfield se parece más a Peter Parker, pero le falta chispa y naturalidad. Garfield se muestra en este largometraje como un actor distante, descolocado y con el único registro de lograr que le tiemble el labio ya sienta enfado, alegría, duda, rabia, inseguridad o lo que sea. En la promoción también se nos dijo que Garfield es mejor actor que Maguire (sí sí... ya se ve... Garfield tiene un carisma igualito al de Will Smith, DeNiro o Russell Crowe. Jeje). No sé si será mejor o peor, pero al menos Maguire en las dos primeras lograba cierta complicidad con el espectador mientras que Garfield parece la versión masculina de Kirsten Stewart), Stone, Ifans, Field, Sheen... todos estos actores de reconocido prestigio no pueden estar más olvidables (y tal vez se deba también a una mala dirección). Y ya ni hablemos de una banda sonora inexistente que hace echar de menos los créditos de Danny Elfman. ¡Es que ni en el traje Webb gana al de Raimi (¡vaya trajecito tiene este Spidey!, es más digno de una paródica "Superhero Movie" que de Spider-Man).
En fin. Se salva algún momento sensiblero facilón que trata de arrancar alguna lágrima (sin éxito, pero se agradece el intento) y poco más. Esta película vista de forma independiente es tan rutinaria y superficial como olvidable; y en ella no se percibe ninguna épica o emoción superheróica. Pero si esta película quería hacer que nos olvidásemos del Spider-Man de 2002... lo único que consigue es que lo echemos en falta más de lo normal. Yo particularmente echo de menos a la tía May de hace una década, a J.K. Simmons como Jameson, a Willam Dafoe, al traje tan estupendo o la banda sonora de Elfman... ¡incluso echo de menos a Maguire y a Kirsten Dunst! Tal vez Raimi solo estuvo O.K.... pero es que Webb ofrece algo de lo más K.O.
Esto solo puede justificarse si las verdaderas intenciones de este reboot son las del poderoso caballero Don Dinero. Toma el dinero y corre, Spidey... pero a mí no me esperes para ver "The Amazing Spider-Man 2".
Lo mejor: El momento de la muerte del padre de Gwen Stacy. El intento (aunque fracasado) de ofrecernos al Largarto como gran villano (el villano más recordado de Spider-Man junto con Octopus y Veneno).
Lo peor: El tratamiento superficial, tópico y poco desarrollado del guión, Andrew Gardfield como Spider-Man (sobrevaloradísimo joven actor que parece que acabará convirténdose en el próximo Josh Harnett o Ben Affleck), la ausencia de una banda sonora para el recuerdo, sus escenas de acción.
En fin. Se salva algún momento sensiblero facilón que trata de arrancar alguna lágrima (sin éxito, pero se agradece el intento) y poco más. Esta película vista de forma independiente es tan rutinaria y superficial como olvidable; y en ella no se percibe ninguna épica o emoción superheróica. Pero si esta película quería hacer que nos olvidásemos del Spider-Man de 2002... lo único que consigue es que lo echemos en falta más de lo normal. Yo particularmente echo de menos a la tía May de hace una década, a J.K. Simmons como Jameson, a Willam Dafoe, al traje tan estupendo o la banda sonora de Elfman... ¡incluso echo de menos a Maguire y a Kirsten Dunst! Tal vez Raimi solo estuvo O.K.... pero es que Webb ofrece algo de lo más K.O.
Esto solo puede justificarse si las verdaderas intenciones de este reboot son las del poderoso caballero Don Dinero. Toma el dinero y corre, Spidey... pero a mí no me esperes para ver "The Amazing Spider-Man 2".
Lo mejor: El momento de la muerte del padre de Gwen Stacy. El intento (aunque fracasado) de ofrecernos al Largarto como gran villano (el villano más recordado de Spider-Man junto con Octopus y Veneno).
Lo peor: El tratamiento superficial, tópico y poco desarrollado del guión, Andrew Gardfield como Spider-Man (sobrevaloradísimo joven actor que parece que acabará convirténdose en el próximo Josh Harnett o Ben Affleck), la ausencia de una banda sonora para el recuerdo, sus escenas de acción.