Desde luego, si alguien quiere ver un buen thriller de espionaje, que no ponga ninguna esperanza en "La fría luz del día" (una cinta que tiene algún que otro momento de acción trepidante bastante sugerente y palpitante... pero absolutamente nada más).

Porque nos encontramos ante uno de esos thrillers de secuestros y complots completamente unineuronales en su desarrollo argumental. Desde luego el film entra con galones dentro de la categoría de los telefilms de sobremesa o las secuelas de videoclub.

Y, si ya de por sí a la cinta le cuesta contar algo con sustancia que importe lo más mínimo, la cadencia del metraje tampoco es que ayude precisamente. "La fría luz del día" deja escenas parsimoniosas y alargadas de tontas situaciones interpretadas con inapetencia. La presentación de sus personajes es tan eterna e indolente como palurda y vacua (en más de media hora no sucede nada que interese) y el desenlace es tan previsible como redundante. Tan solo en el nudo del metraje se imprime cierto brío gracias al montaje de su acción (gracias a esto la cinta no llega a ser completamente insufrible. Y es que los momentos de persecuciones son nervudos y técnicamente tienen un acabado decoroso: Mabrouk El Mechri edita la acción con esmero (hay espectadores que criticarán algún que otro error de racord, pero tampoco resulta algo flagrante), la banda sonora (aunque con aires de "deja vú" y plagio a los compases de Josh Powell en la saga Bourne) se inserta con total acierto, y el diseño artístico es distinguido. Lo cierto es que el dinero en su cinematografía ha sido bien empleado... otra cosa es la falta de talento imposible de comprar con dinero.

Porque estamos ante uno de los libretos peor expuestos en mucho tiempo. Desde el minuto uno se sabe quienes son los malvados del complot y los buenazos rescatadores, ya que los personajes cumplen todos los tópicos... llegando incluso a la parodia inintecionada. Desde el protagonista hasta el último matón, todos los personajes son superficiales, típicos y bobos; no tienen ningún tipo de motivación y su construcción es nula. Luego tenemos una trama carente de originalidad e ingenio, tan poco lúcida y cuidadosa, y tan mal desenvuelta... que acaba siendo absurda e incoherente en casi todo momento (lo único sorprendente y poco previsible del argumento de "La fría luz del día" es su inintencionada caricatura, claro).

Las interpretaciones por su parte también pasan sin pena ni gloria. El protagonista Henry Cavill (el nuevo Superman que va camino de ser el siguiente Brandon Routh) con cara de asustado todo el tiempo y sin carisma de ningún tipo no consigue levantar la cinta, Verónica Echegui descolocada y sobreactuada, Bruce Willis desganado y olvidable, los secundarios forzados... solo Sigourney Weaver consigue algo de tirón y carisma... pero insuficiente para un personaje tan disparatado).

En fin. Como thriller es poco recomendable. Es tontísimo pero sin llegar a las cotas de lo absolutamente insoportable. Se puede ver... si es la única opción posible.

Lo peor: Su guión (terribles las bobas frases de los espías explicando el complot, terrible la configuración de la familia protagonista y sus reacciones, etc.). El resto del reparto. El product placement (entiendo que hay que sacar la pasta de algún sitio, pero resulta exagerado: El Corte Inglés, Audi, Starbucks, Fnac, Fabrik, Pans & Company...).

Lo mejor: Sigourney Weaver. Algunas detalles tontos de la trama que producen la risa inintencionada (y aun se producen más risas si se es madrileño y se observa el "disfraz" que le han puesto a la ciudad...