Bloom protagoniza esta historia medieval en la que se mete en la piel de un herrero convertido a cruzado que luchará por Jerusalén y contra sus propios pecados.

"El Reino de los Cielos" es una película muy bonita en el apartado de la ambientación y la fotografía. Encontramos hermosos sets históricos impecablemente recreados, un vestuario perfecto, una iluminación loable y unos planos que se centran en mostrar todo este fascinante entorno con fastuosidad. La banda sonora es preciosa. Y las escenas de lucha tienen algunos efectos sangrientos muy bien rematados.

El guión también aprueba y se redime de un comienzo con situaciones superficiales, falsas y nada emocionantes, llenas de diálogos poco o nada profundos; para progresar poco a poco a una aventura del héroe tan clásica y previsible como como apasionada, que va incrementándose en ímpetu e interés y que en su desarrollo acaba sorprendiendo con algunas frases reflexivas, empaticas e introspectivas sobre la expiación de los pecados, la fe y la lucha entre creeencias y tierras.

Los problemas de esta película son: que no es capaz de mantener un buen tempo, y que tiene un protagonista inapetente y desganado con un romance etereo y tontísimo.

El ritmo de "El reino de los cielos" es excesivamente tardo, pausado y calmoso. El que la trama comience a hacerse interesante pasada la primera hora es algo un tanto inadmisible para el espectador. Y es que la cinta se desborda de una ingente cantidad de segundos vacíos de contenido e interés, Scott nos tortura demasiado con un desarrollo rebasadamente sosegado que no capta la atención y en el que el espectador (sobre todo en la primera mitad del film) solo puede pensar en las musarañas.

Luego tenemos a un Orlando Bloom muy guapo al que le han "regalado" un personaje que, se supone, debe tener una presencia y un carisma del que carece. Su personaje debía de ser una especie de "Maximo" medieval en busca de redención... pero sin embargo solo podemos observar a un sosainas impasible. Si Bloom hubiera dado más empaque y atracción a su personaje en lugar de poner cara de atontando, si fuera capaz de decir ALGO con su mirada... la cinta hubiera podido ser hasta memorable.

Y otro lastre es esa descafeinada, forzada y artificial historia de amor que comparten Bloom y Green (que cuando llora se estruja la cara de forma extraña) sin un ápice de química.

En fin. Al film le falta intensidad e implicación por culpa de su compás, y carece de profundidad por culpa de algunas interpretaciones y de algunos puntos de su guión. Aunque gracias a la ambientación y a una mejora en el desarrollo del argumento, una se va adentrando sin darse cuenta en su envolvente universo y época mientras la cinta (además) va encontrando su ritmo... pero cuando eso sucede (tras una hora de tedio) ya es demasiado tarde. "El reino de los cielos" se queda en lo que pudo ser y casi es. Es algo bonito pero desganado. Recuerda a la posterior "Ágora" de Amenabar.

Lo peor:...