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Voto de Spark:
1
6,3
3.422
Drama. Thriller
Año 2005. José Crisanto es un campesino que cultiva coca que vive con su familia en la jungla colombiana, una región donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) imponen su ley. Los guerrilleros le entregan un bebé al borde de la muerte para que lo cure y lo cuide, bajo amenaza de muerte. Crisanto se ve obligado a huir con toda su familia para salvar sus vidas y la del niño, convirtiéndose en desplazados por la violencia ... [+]
2 de octubre de 2019
1 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya estamos... otra cinta financiada por el Ministerio de Cultura de España que trata de forma torticera un conflicto sociopolítico (y lo digo teniendo desde hace años al amor de mi vida aquí en Madrid proveniente de Colombia y nacido en Bogotá, emigrado de la miseria que debía afrontar por aquellos lares actuales). Ya estamos con un largo que no describe la desgarradora injusticia creada por un grupo terrorista que, al llevar en sobrenombre de comunista, debe ser suavizado de cara al público.
La cinta se basa vagamente en hechos reales y nos describe un "calvario" poco creíble dado las constantes incoherencias del personaje que nos ocupa (más en spoilers)
Ese tratamiento argumental engañoso, deshonesto y postizo de forma tan evidente aleja al espectador del metraje... como lo hace un ritmo pesaroso durante esta trama dramática, que se narra en la puesta en escena sin brío y vehemencia (pues al fin y al cabo "Operación E" no trata de ser un documental sino un relato ficcionalizado). Los planos de Miguel Courtois Paternina son todos ellos ajustados, pero no resultan eficaces ni singulares en el ímpetu narrativo. La banda sonora a lo heavy metal y rock que no pega ni con cola, en lugar de elevar el pulso dramático de sus momentos, los desubica y enfría.
En fin, la única virtud del film son sus interpretaciones naturales (quitando el cupo de secundarios españoles que quitan aun más credibilidad a un relato puramente colombiano)... destacándose esa fuerza de la naturaleza que es Luis Tosar. El intérprete de Galicia se mimetiza al completo con su personaje, interioriza el acento rolo con una precisión maestra, y dota de solidez y empaque a un personaje del que el guión no da demasiado material con el que trabajar. Desde luego la actuación de Tosar merecía un relato a su mismo nivel, con un drama más matizado y ardoroso, cargado de dimensiones reales y humanas, y colmado de situaciones robustas y potentes.
Nada de esto se da en "Operación E" que, además de mostrar un relevante asunto con pereza y desidia (priman las escenas cotidianas redundantes a la trama sugerente de intriga) intenta manipular en su presentación de personajes.
Lo mejor: La interpretación de Luis Tosar.
Lo peor: El guión y su torpe forma de amañar al espectador.
La cinta se basa vagamente en hechos reales y nos describe un "calvario" poco creíble dado las constantes incoherencias del personaje que nos ocupa (más en spoilers)
Ese tratamiento argumental engañoso, deshonesto y postizo de forma tan evidente aleja al espectador del metraje... como lo hace un ritmo pesaroso durante esta trama dramática, que se narra en la puesta en escena sin brío y vehemencia (pues al fin y al cabo "Operación E" no trata de ser un documental sino un relato ficcionalizado). Los planos de Miguel Courtois Paternina son todos ellos ajustados, pero no resultan eficaces ni singulares en el ímpetu narrativo. La banda sonora a lo heavy metal y rock que no pega ni con cola, en lugar de elevar el pulso dramático de sus momentos, los desubica y enfría.
En fin, la única virtud del film son sus interpretaciones naturales (quitando el cupo de secundarios españoles que quitan aun más credibilidad a un relato puramente colombiano)... destacándose esa fuerza de la naturaleza que es Luis Tosar. El intérprete de Galicia se mimetiza al completo con su personaje, interioriza el acento rolo con una precisión maestra, y dota de solidez y empaque a un personaje del que el guión no da demasiado material con el que trabajar. Desde luego la actuación de Tosar merecía un relato a su mismo nivel, con un drama más matizado y ardoroso, cargado de dimensiones reales y humanas, y colmado de situaciones robustas y potentes.
Nada de esto se da en "Operación E" que, además de mostrar un relevante asunto con pereza y desidia (priman las escenas cotidianas redundantes a la trama sugerente de intriga) intenta manipular en su presentación de personajes.
Lo mejor: La interpretación de Luis Tosar.
Lo peor: El guión y su torpe forma de amañar al espectador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El film nos describe el "cavario" (¡qué malo es el gobierno cuando le echa a su protagonista una merecidísima bronca en un cuarto A OSCURAS) que sufrió un tipo que: 1. Dice tener como objetivo en la vida internarse en la selva para salir rico cultivando coca(ína) sin mirar a nada ni a nadie más (gran objetivo vital y ético, sí señor), 2. Dice haber "cazado a su mujer con un lazo y que ésta se resistió" (un machismo que ya no es ni justificable por la falta de educación sino por la falta de humanidad), 3. Dice sentirse respetado al tener un revolver en la mano en la selva (bonita forma de intimidar y sembrar el terror en los demás... pero luego para sí, cuidado con que algún fiscal o policía le pegue un gritito. Porque el film nos intenta hacer ver que eso es "lo peor del mundo"), 3. Tiene sexo por doquier... (la escena desde luego no parece ser consentida por parte de su mujer) sin protección y luego se queja de no poder mantener a su familia, 3. Se lucra de las limosnas de una banda terrorista y narcotraficante con autojustificaciones necias, 4. En lugar de llevar a un bebé abandonado al hospital INMEDIATAMENTE... decide quedarse en la selva con él un poco más por su propia comodidad para no buscarles las cosquillas al grupo de las FARC del que vive.
Miren, creo firmemente que José Crisanto no era como el film nos lo trata de describir (no sé sí fue verdaderamente cómplice de las FARC o si las amenazas que sufrió verdaderamente fueron mucho más desgarradoras que lo que implanta el film), pero en lo que respecta a este relato ficcionalizado no me trago esa manipulación que pretende ejecutar el film sobre el "calvario" de este tipo. Por mucho que intenten pintarlo con tópicos (que si no tiene una mínima inteligencia, que si no ha sido educado, etc.) no cuela. Lo que no tiene este personaje de ficción es empatía ni las dosis aptas de humanidad. ¿Qué pasó 6 años en la cárcel?, pues miren... comparado con el verdadero calvario de todas las víctimas de las FARC ya puede ir dando gracias tras todas las torpezas no solo legales sino humanas y morales que fue realizando a lo largo del metraje.
"Soy un hombre que se internó en la selva para salir rico, me respetaban con mi revolver de ocho balas"... ¡y el film todavía busca comprensión, cercanía y complicidad hacia el personaje! (y eso sí, pero qué malo era Uribe que fulminó a la banda terrorista FARC de tal forma que ya solo buscan el armisticio). Desde luego no soy una experta en esta desoladora temática, pero a mi pareja colombiana le ha disgustado profundamente el largo. El film trata en los momentos y situaciones de su guión llevarnos por una ideología (ojo a ese discursito sutil de Chávez cargando contra Uribe porque es un personaje que le parce "inmoral") contraria a la evidencia objetiva de un señor (insisto, el que se nos describe en el film, no el real) que por una cobardía o falta de empatía (el protagonista JAMÁS carga contra las FARC en privado con su familia (porque libertad de pensamiento sí la tenemos todos los seres humanos en nuestros momentos más íntimos)... haciéndonos ver que las FARC le parecen adecuadas para su status quo) decidió escoger (él al menos pudo escoger) un estilo de vida cómplice con una banda cuyo único objetivo es sembrar el terror y el miedo en las personas. La cinta trata sus momentos del interrogatorio en una sala oscura y con fiscales reprendiéndole, pero si el film intentaba que sintonizáramos con el personaje fracasa estrepitosamente. Los tópicos aquí no valen, las FARC son suavizadas en sus torturas y asesinatos... y sus connivencias también. Por esto se hace poco creíble, se hace poco creíble no ver si ha habido un lavado de cerebro por parte de las FARC hacia dicho personaje cual nazi, o si reservadamente Crisanto sí se preguntaba con naturalidad humana ese status quo en el que vivía.
Miren, creo firmemente que José Crisanto no era como el film nos lo trata de describir (no sé sí fue verdaderamente cómplice de las FARC o si las amenazas que sufrió verdaderamente fueron mucho más desgarradoras que lo que implanta el film), pero en lo que respecta a este relato ficcionalizado no me trago esa manipulación que pretende ejecutar el film sobre el "calvario" de este tipo. Por mucho que intenten pintarlo con tópicos (que si no tiene una mínima inteligencia, que si no ha sido educado, etc.) no cuela. Lo que no tiene este personaje de ficción es empatía ni las dosis aptas de humanidad. ¿Qué pasó 6 años en la cárcel?, pues miren... comparado con el verdadero calvario de todas las víctimas de las FARC ya puede ir dando gracias tras todas las torpezas no solo legales sino humanas y morales que fue realizando a lo largo del metraje.
"Soy un hombre que se internó en la selva para salir rico, me respetaban con mi revolver de ocho balas"... ¡y el film todavía busca comprensión, cercanía y complicidad hacia el personaje! (y eso sí, pero qué malo era Uribe que fulminó a la banda terrorista FARC de tal forma que ya solo buscan el armisticio). Desde luego no soy una experta en esta desoladora temática, pero a mi pareja colombiana le ha disgustado profundamente el largo. El film trata en los momentos y situaciones de su guión llevarnos por una ideología (ojo a ese discursito sutil de Chávez cargando contra Uribe porque es un personaje que le parce "inmoral") contraria a la evidencia objetiva de un señor (insisto, el que se nos describe en el film, no el real) que por una cobardía o falta de empatía (el protagonista JAMÁS carga contra las FARC en privado con su familia (porque libertad de pensamiento sí la tenemos todos los seres humanos en nuestros momentos más íntimos)... haciéndonos ver que las FARC le parecen adecuadas para su status quo) decidió escoger (él al menos pudo escoger) un estilo de vida cómplice con una banda cuyo único objetivo es sembrar el terror y el miedo en las personas. La cinta trata sus momentos del interrogatorio en una sala oscura y con fiscales reprendiéndole, pero si el film intentaba que sintonizáramos con el personaje fracasa estrepitosamente. Los tópicos aquí no valen, las FARC son suavizadas en sus torturas y asesinatos... y sus connivencias también. Por esto se hace poco creíble, se hace poco creíble no ver si ha habido un lavado de cerebro por parte de las FARC hacia dicho personaje cual nazi, o si reservadamente Crisanto sí se preguntaba con naturalidad humana ese status quo en el que vivía.