"Mi vida es una ruina" no parte con grandes pretensiones. La comedia es sencillita y nunca llega a entrar en magnificencias ni en un tratamiento muy profundo de los personajes que la hagan, o bien muy muy emotiva, o bien tremendamente divertida.

Sin embargo la cinta es agradable de ver, tiene un guión entretenido con algún que otro momento divertido y una buena selección musical. Aunque lo mejor de "Meet Bill" son las actuaciones. Aaron Eckhart está muy bien en su papel interpretando al típico hombre corriente, casado, rutinario, frustrado y algo atontado, pero en plena crisis de identidad y consciente de que tal vez tenga algún potencial desperdiciado. El contrapunto lo pone el adolescente cara-dura y espabilado que le "podrá las pilas", interpretado genialmente por el chaval Logan Lerman (una gran sorpresa).

Sin duda es una simpática comedia sencilla, pero bien hecha, divertida a veces, empática otras. Pero la película es Aaron Eckhart, así que los que no tragen a este actor no sorportarán esta película.

Lo mejor: Aaron Eckhart.
Lo peor: Se echa de menos aun más tratamiento de los personajes.