Desde mi opinión es la mejor película que ha hecho nunca Woody Allen. Sus diálogos están muy bien logrados y sus personajes bien trazados. Con una historia sencilla que no deja de interesarte nunca y con una duración perfecta que no se te hace pesada. Era otra época en la vida y en el cine y se hacían mejores películas que las que se hacen ahora. Quizás los cineastas tenían más talento o es que tenían más ganas de contar sus historias. La verdad es que la década de los setenta fue de un enorme talento a nivel cinematográfico y con este film de Allen se muestra. Ganó cuatro Óscar, siendo uno de ellos para la mejor película... Aquí no hubo demasiado gentileza por parte de la Academia, la película sí lo vale.

La historia sin ser nada del otro mundo entretiene y deja una serie de diálogos punzantes y muy ocurrentes del propio Allen y también otros prestados por distintas celebridades como Groucho Marx o como Balzac. Si tuviera que destacar algo de este trabajo del director americano es el encanto que da a los personajes, los lleva a la comedia aunque sus comportamientos sean algo extraños y hasta censurables (el personaje interpretado por Tony Roberts dice tener sexo con dos chicas de 16 años). Es un film muy interesante donde debutan grandes futuras personalidades del cine como un Christopher Walken (al que no le escriben correctamente el apellido en los títulos de crédito), Jeff Goldblum o, según dice la ficha pero yo no la he visto en el film, Sigourney Weaver. No puedo decir nada negativo de este trabajo de Allen donde se ve lo mejor del director a un ritmo estupendo. ¡Un 10! La mejor de Allen.