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Comedia. Drama
Nápoles, 1973. La revolución de las costumbres sociales y sexuales impone nuevas modas y formas de comportamiento. Peppino tiene nueve años, lleva gafas y no tiene muchas oportunidades de jugar en el equipo de fútbol de su colegio. Aunque sus padres lo quieren mucho, cuando su madre descubre la infidelidad de su marido, enferma de melancolía. Entonces de Peppino tendrán que ocuparse sus abuelos y sus tíos. El más raro de la familia es ... [+]
15 de enero de 2020
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Uno de mis primeros acercamientos al cine italiano, que resultó de lo más gratificante. Una película que pone de manifiesto las costumbres familiares y los primeros intentos de los más jóvenes para alejarse los mandatos impuestos. Una familia tradicional que sin embargo revela tener numerosos problemas y se manifiesta cada vez más como una familia disfuncional. Todo presentado desde una mirada crítica que no deja de lado la comedia, lo que hace ameno el relato.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La construcción de los personajes es magnífica, ya que cada uno de ellos representa diferentes valores y maneras de ver la vida: La madre de Pippino, la ama de casa que dejó una prometedora carrera por criar a su hijo y que ante la infidelidad de su marido solo siente vergüenza y decide callar, hasta que el psicoanalista la hace sentirse nuevamente como mujer. El marido, infiel, que suple sus ausencias con regalos y apenas si sabe cocinar algo, pero que considera a la familia como un gran valor. Los abuelos de peppino, sumamente conservadores, que le temen incluso a la idea del psicoanálisis. Los tíos, que en sus ansias de libertad y transgresión caen en el libertinaje, la chica que cuida a Pippino en la playa, ansiosa por conseguir un novio pero que se avergüenza de su pobreza y de su familia. En medio de ese collage de identidades el que más sufre es Pippino, envuelto en el desinterés de su familia y teniendo que lidiar además con sus problemas en el colegio, con la sensación de ser diferente. La presencia del recuerdo de su tío Genaro, quien se creia Superman pero falleció aplastado por un colectivo, es su único consuelo y el que le permite escaparse, siquiera volando en sueños, de su cruda realidad.