¿Que está pasando en la industria del cine? ¡Que año llevamos! De bodrio en bodrio. La pesadez intelectual se está apoderando de las salas de cine hasta convertirlas en velatorios. Hoy éramos cuatro en la sala viendo este sinsentido de Bush y Renz. Pedantería sin límites para contar una historia antirracista, feminista y con vocación de trascender más allá de lo cinematográfico y artístico sin conseguirlo por ser una historia maniquea y mal rodada. Desde el principio en ese largo plano secuencia te da la impresión de estar en un parque de atracciones temático por la coreografía dónde queda claro que hay algo que no casa y es tan morosa con la acción, tan pedante con los diálogos y con unos actores que te cargan cada vez que abren la boca con lo que no llegas a interesarte lo más mínimo por ninguno de los personajes.
Si se hubiese estrenado en plataformas habría sido líder en abandono del visionado antes del minuto diez.
Otro penoso estreno sin interés y que será olvidado después de la publicidad.