Los que (perdón por usar el plural mayestático tan abrigador y protector) hemos tenido la desgracia (o suerte quien sabe) de haber empezado a mamar el cine en los años 80, no comprendemos, yo al menos, el porque se glorifica de manera unánime y a ciegas todo lo rodado antes de los 70, a ser posible en blaco y negro, y a mayor gloria aún si quien lo ha dirigido era un señor gordo de apellido contundente y rostro algo bobalicón (no es este el caso pero valga). La presión silenciosa pero contundente de la masa te hace sentir indecente por disentir, y la ignorancia, cuando no directamente la incompetencia serán los sambenitos que más facilmente te pueden ser colgados. No puedo aseverar que en la época de estreno esas películas fueran un referente y con toda justicia, pero hoy, décadas después, la cultura, la gente, los métodos y el cine en definitiva ha cambiado, ha evolucionado, se ha reinventado incluso. Las películas también envejecen, como los libros o la música y aceptarlo no es ninguna necedad. También ocurrira con el cine actual, dentro de 40 años estará más que obsoleto, olvidado. Y siento no hablar del film pero creo que se sobrentiende lo que opino de él.