Tenemos una película sencilla, con acción solvente pero no destacable que se basa en una propuesta bastante bien utilizada que es el enfrentamiento entre dos personas que van a hacer todo por su objetivo, uno hará todo por salvar a su hijo y otro hará todo por escapar de la cárcel y lograr tener una vida civil otra vez.

Este enfrentamiento de intereses depara en escenas de acción que le dan ritmo a la cinta y un estilo tanto en dirección como en fotografía que potencia el enfrentamiento entre estos dos personajes y también la inocencia del niño que está metido en medio del conflicto de intereses... De intereses, de puñetazos, de bajas, es decir, es cine de acción con toques de thriller que le quedan bien.

Las interpretaciones están bien, destacando al niño y a Michael Keaton como los más creíbles aunque Andy García no está mal pero se siente un poco más soso y con menos intensidad de la que podría deparar una situación como la que se nos presenta y habría quedado mejor que ambos llegaran a ser igual de extremos y fuera más difícil diferenciar al criminal peligroso del agente de la ley al ser expuestos a situaciones extremas en lo psicológico y que les motivan hasta el punto de tener mucho que perder si no hacen todo lo necesario y mucho que ganar si logran vencer al otro.

En definitiva, es una película que sin destacar en nada realmente logra ser solvente y tener cierto interés de por medio. Logra entretener pero no sorprender o tener nada memorable en su metraje.