Este retorno a la franquicia del asesino Michael Myers nos trae una propuesta muy refrescante y dinámica guiada por los personajes y su psicología, sobre todo por la de una Jaime Lee Curtis con una personalidad brutal y que está más que preparada para dar caza al mítico asesino, y ella nos da unas interpretaciones absolutamente brillantes que le aportan la mayor parte del nivel cualitativo a la cinta. Su personaje levanta el conjunto a lo más alto y dota de un ritmo maravilloso a un metraje que nos da toda la tensión y todo el disfrute que esta franquicia podía ofrecer.

Audiovisualmente es una gozada de película, una vuelta al género slasher pero con una mayor profundidad en los personajes logrando tener una trama genialmente cuidada mientras que tenemos excusas de sobra justificadas para ver a Michael Myers en acción cometiendo sus tipos asesinatos, dando este metraje algún que otro plano tras el hombro del propio asesino que se me hizo cercano a secuencias de la película original de 1978 en que se veía cómo mataba en primera persona.

Toda la tensión generada en torno a Michael Myers y todo el interés argumental formada en torno a Jaime Lee Curtis y personajes relacionados con el suyo... Hacen brillar a un conjunto que mantiene su esencia pero logra disparar a niveles estratosféricos el nivel de interés por todo lo que va sucediendo a lo largo del metraje.

El clímax me parece muy bien planteado, es digno de todo lo que se ha ido construyendo y puede ser un digno desenlace para toda la franquicia. Simplemente, me pareció perfecto cómo se desarrolló y planteó toda la parte final de la película, no es perfecta pero sí magnífica.

¿La recomiendo?
Sí, es de lo mejor en su género y sus personajes te atrapan muchísimo en una historia bien contada.