Vista hoy por primera vez casi 30 años después de su estreno, la película destaca en su preciosa fotografía, el increíble atrezzo costumbrista y su ritmo pausado pero firme. Es una película agradable de ver, sin grandes sobresaltos, muy "british". Pero como siempre que veo alguna peli costumbrista inglesa, se encasilla. Además, la historia la veo un tanto manida y peca de convencional e inverosímil en su planteamiento de las situaciones. Aunque algunos personajes lo bordan (como Hopkins y Emma), su aproximación en los momentos más dramáticos la veo un tanto meliflua y sin personalidad. Es una especie de tragi-drama con demasiada fantasía buenista y demasiada caricaturización en los personajes, cosa que se hace un tanto atragantable.

Es una excelente película para relajarte y regalarte los ojos con la Inglaterra victoriana, pero no veo nada más en que destaque y que me ayude a subirle la nota.