Siguiendo con la filmografía de Allien (con "i"), hoy toca esta. Me ha gustado. Tiene un ritmo tranquilo y se enfoca en lo importante. No es pedante, permite que las emociones transcurran orgánicamente y la película tiene alma, es capaz de transmitir adecuadamente sufrimientos y desdichas. Además, los actores están más que correctos, sobre todo ELLAS.

En resumidas cuentas, aquí Woody no la caga y nos ofrece un plato digno de ser degustado. En ocasiones, he estado tentado a subirle la nota a un 7. Por desgracia Allien sigue sin ser capaz de transmitir en sus películas mensaje alguno. Parece que se limita a poner la situación, los actores (que, como digo, aquí están BIEN a MUY BIEN), pero nunca "mensaje". Hasta ahora, no ha sido capaz de abrir el corazón al público. Nos da costumbrismo y dramas románticos (con mayor o menor madurez existencial), pero no algo realmente "palpable". Sí, ha planteado sus dilemas psicológicos, pero hay una diferencia entre "abrirse" de verdad o usar al público como diván particular. Todo lo que he visto hasta ahora es más o menos una queja existencial del ego del neoyorquino, pero todavía no le he visto una película "positiva" donde da gracias a la vida, donde ofrece algo al mundo en vez de "robárselo".

En fin, aunque no es perfecta, es una de mis preferidas hasta este momento y donde el autor parece más maduro que nunca. La sensación con Allien sigue siendo "una de cal y otra de arena", y esta es de las buenas (es decir, de "cal").