Es absurda. No tenia muy claro hasta qué punto me lo iba a parecer antes de verla. Simplemente hoy era el día perfecto, o la veía hoy o no la veía nunca. Y ante una decisión absurda, provocada por una situación extraña, lo mejor es enfrentarse a algo que te responda del mismo modo sin complicarte aún más las cosas.

Me encanta lo absurdo, me manejo bien en esos momentos y disfruto ante esas escenas en las que se muestran la decadencia de la conversación, o en las que alcanza protagonismo ese objeto histriónico que tal vez parezca que molesta, pero que por decisión comunitaria se ha decidido colocar ahí. Sólo es necesario leer lo que acabo de escribir para darse cuenta de ello.

Pero creo que no soy capaz de apreciar esta película. Tanta gente me ha hablado bien de ella, que podía intuir que iba a pasar sin merecidos halagos por mi mente.

Tanta teorización sobre formas banales de apreciar y vivir el amor, hacen que al final veas que todos son el mismo personaje, que todo sucede para pasar el rato y que Barcelona, pobre ciudad, se merece otro tipo de protagonismo, no han sabido apreciar los escenarios elegidos.

Por supuesto la presencia de Bardem me ha arrancado una sonrisa necesaria, y las tres protagonistas femeninas eran un relleno espectacular, porque tenían su presencia, se supone que eran la clave básica de la historia, pero sólo han quedado como relleno.

Así que al terminar la película tuve una interesante conversación con mi amigo imaginario, le dije:

- ¿Qué hemos aprendido hoy?

- No sé, ¿hemos aprendido algo?

- Pues claro, hemos aprendido que las mujeres somos todas unas desquiciadas sin solución, y que los hombres sois unos listos que sabéis llenar vuestra cama con mujeres taradas siempre que lo necesitáis.

- No tengo muy claro todo eso que me cuentas, ¿estás segura?

- Tranquilo, cuando vayamos a Barcelona te lo volveré a explicar y lo verás todo de otro modo.

A las películas les puedo dar la vuelta y sacarle los colores, de todo se aprende y nada debería mantenerse en el olvido por mucho tiempo, pero encontrar el recuerdo de una afirmación personal en base a esta película es como apuñalarse a uno mismo. De este modo, me molestará el tener algo más en común con Cristina, y es que sólo tengo claro lo que no quiero.