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España España · Madrid
Voto de Sullivan:
8
Drama Al terminar sus estudios en un seminario de Yale, el príncipe hawaiano Keoki decide llevar la palabra de Dios a su isla. Entre sus seguidores está Abner Hale; el problema es que Abner es soltero y los misioneros deben estar casados. El asunto se soluciona cuando el pastor Thorn lo casa con su sobrina, a pesar de que ella está enamorada de un marinero que la perseguirá de puerto en puerto hasta llegar a Hawai. (FILMAFFINITY)
23 de agosto de 2011
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los actores están impresionantes, el trabajo de Roy Hill es muy bueno, pero sobre todo destacar el mensaje que transmite. Detrás de la historia de intento de evangelización del pastor (pedazo de actor Max von Sydow) y detrás de la historia del conflicto emocional de su esposa, interpretada por Julie Andrews (absolutamente insuperable en la escena del parto), Hawaii muestra la contraposición de dos mundos, el de los sentimientos y el de la moral.

Algo que me encanta es que el diseño de la cartelera en la que salen cuatro personajes (hay otras carteleras) no refleja el argumento de la película, sino esta dimensión temática. Así, mientras lo habitual hubiera sido dar importancia al pastor y su mujer, ya que son los protagonistas de la historia, la imagen coloca en el mismo plano y enfrentados, casi desafiantes, a esos cuatro personajes, y lo hace así porque son los representantes de esos dos mundos: el pastor (las normas) y su esposa (la responsabilidad), frente al personaje interpretado por Richard Harris (la pasión) y la líder de los nativos (el amor).

Con concesiones que alaban algunos beneficios de cada forma de enfocar la vida, o de cada rasgo de la personalidad, la historia se decanta por una de ellas a veces de forma psicológicamente muy inquietante, mostrando las terribles consecuencias de llevar la otra hasta el extremo. La narración tiene ese punto de divagación de las adaptaciones de novelas al cine, pero hay que quitarse el sombrero porque Roy Hill supo captar y transmitir muy bien su esencia. Se agradecen además algunos saltos argumentales que parecen un poco drásticos, pero que ayudan a que en una película de duración considerable se mantenga siempre el interés.
Sullivan
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