Jon Sistiaga es de esos periodistas “locos” que gracias ellos vemos la realidad del mundo desde un lado más cercano. Nunca se sabrá si real, manipulado o las dos a la vez pero lo que si que está claro que las cámaras nos muestran lo que hay, el espectador lo verá e interpretará con sus propios ojos.

Hace poco Corea del Norte llamó la atención de todo el mundo y esa noticia me asustó, quise saber que es lo que realmente estaba pasando por allí y me puse una serie de documentales sobre el tema.

Aquí tenemos al español que se adentra como puede en este mundo impenetrable, un museo del comunismo, así lo llamo un especialista del tema, dicen que viajar a Corea del Norte es como entrar a los libro de historia de un comunismo ya casi acabado en la Europa del este.

Si hay algo que me gusta de este hombre es su manera de mostrar las cosas, te hace partícipe de esas escenas, ves y sientes las dificultades de poder grabar la otra realidad del país.
Sientes como se van adentrando poco a poco a las calles del país, de la capital, de ese mundo ficticio que por desgracia es muy real.

Al verlo, veo las calles de Varsovia, los desfiles comunistas o nacistas, la tristeza de la mirada de sus gentes, la tristeza de sus calles, los tristes vestidos de las personas, las calles sin tráfico, y sobre todo, el miedo, el miedo de sus gentes a meter la pata y que ello signifique ser trasladado a un campo de concentración o mejor dicho, de reeducación, para muchos será lo visto o vivido en sus países hace veinte años.

Un mundo muy lejano para muchos pero parece mentira que todavía exista el comunismo en algún país y que además esté tan perfeccionado.

Sistiaga nos muestra la realidad de cómo más o menos puede y hace de este viaje algo apasionante y sorprendente, da miedo y te asusta y me pregunto cuándo acabará esto.

Como he podido comprobar por experiencia, el comunismo puede desaparecer pero seguirá en las mentes de sus gentes para toda la vida, ese miedo nunca desaparecerá.

Corea del Norte es una mezcla de Rusia y Alemania, comunismo y nazismo entrelazados.

Gracias a Sistiaga y sus documentales nos lleva a casa la realidad de otros mundos y sentirnos afortunados de vivir donde vivimos.