Segunda incursión como director de Seth MacFarlane un personaje controvertido que ha destilado ironía y mala baba a partes iguales en las animaciones "Padre de familia" y "American Dad" (entre otras). Si en la comedia "Ted" se sirvió de un gamberro (y porrero) osito de peluche para socavar los cimientos de la institución familiar, sagrada para los elementos más conservadores de la sociedad, en esta ocasión se atreve ni más ni menos que con el género de géneros: el western.

El propio MacFarlane interpreta Albert Stark, un ovejero poco amigo de las armas y la violencia cuya mayor ambición es sobrevivir en un territorio donde la esperanza de vida de alguien como él es muy baja. El simple hecho de colocar a su protagonista de ovejero en un mundo donde, al menos en las películas, predominan los terratenientes y los grandes ganaderos ya es de por sí una declaración de intenciones sobre lo que vamos a ver. El realizador nos lleva de nuevo a Monument Valley, a los mismos escenarios donde John Ford creó obras míticas del western, para contarnos una historia salpicada de tópicos los cuales se encarga de parodiar. Stark/MacFarlane pierde a su preciosa novia (Amanda Seyfried) cansada de estar con un tipo pusilánime que trata de eludir los conflictos, pero en estas entra en acción el sanguinario Clinch Leatherwood (Liam Neeson), su banda y su preciosa mujer (Charlize Theron), quienes le complicaran en su propósito de salir vivo del Oeste.

En las dos horas que dura el metraje MacFarlane recorre los escenarios y situaciones habituales del western, desde los duelos a revólver, las peleas en los saloons, asaltos en los caminos, indios, persecuciones a caballo, el ferrocarril.... Prácticamente no se deja nada en este recorrido casi paródico por el género del western donde en su mayor parte las situaciones habituales tienen un componente cómico cuando no irónico o incluso de humor negro (por ejemplo que una mujer enseñe a un hombre a disparar). En el universo creado por el realizador, el oeste es un lugar donde perder la vida es un ejercicio diario (ya se encarga de ello con "gags" donde diversos figurantes pierden la vida de forma brutal). La parodia queda acentuada por la caricaturización de la mayoría de personajes. Además del propio MacFarlane, su ex-novia tiene unos rasgos que acentúan todavía más sus ojos, o la ocupación de su nuevo amante (interpretado por Neil Patrick Harris), que tiene una "mostachería". Además pululan otros personajes curiosos como el interpretado por Giovanni Ribisi y su novia, una prostituta que pese a su ocupación tiene muchos reparos a mantener relaciones con su novio, lo que da lugar a no pocas situaciones cómicas. Y es que el realizador no puede evitar tirar de un repertorio escatológico parecido al que ya vimos en "Ted" o el que ya conocemos de su faceta de animación. Además también aprovechar para parodiar films como "Regreso al futuro"

Sólo hay dos excepciones a esta parodia caricaturizada. Por un lado el respeto a Monument Valley, sin duda un paisaje ya mítico en el western que no admite más que su admiración y con el que consigue retrotraernos a films míticos y sobradamente conocidos. Ni siquiera tiene que mencionarlos. Por el otro, a la figura del malo. Él único personaje "serio" de todo el film es el interpretado por Neeson, un malvado como los de siempre y al que sólo se permite hacer una referencia velada a Clint Eastwood en el propio nombre. Este contrapunto resulta interesante y novedoso al presentar a un personaje "real" que actua como se espera que debe actuar frente al resto de caricaturas y parodias.

No es nada sencillo hacer una comedia que tenga como trasfondo el salvaje oeste y pese a no ser un film redondo y al que muchos le achacarán un exceso de chistes escatológicos (otros no), lo cierto es que la película se deja ver y sin lugar a dudas hará las delicias de los admiradores de Seth MacFarlane y su peculiar sentido del humor.