Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte está basada en la novela de David Lagercrantz, el autor elegido por la familia de Stieg Larsson para continuar la saga Millennium después de la muerte en 2004 del escritor y periodista sueco, antes de que se publicara la primera trilogía y se convirtiera en todo un fenómeno literario, dando pie además a una auténtica fiebre por la literatura negra escandinava. La verdad es que, visto el resultado, igual hubiera sido mejor dejar la saga ahí. Pero, ay, amigos, el dinero que sigue moviendo esta saga es mucho, pese a que después la taquilla no acompañe a las películas.
Este filme es un thriller sencillamente pasable. Está bien rodado, bien interpretado y se deja ver como simple entretenimiento, pero la trama no está a la altura de lo que merece Lisbeth Salander, uno de los mejores personajes literarios que ha dado el siglo XXI. La narración no es precisamente ágil o interesante, y traer a colación a Camilla, hermana gemela de Lisbeth, no es una buena idea, considerando la gran multitud de detalles aquí que se dan de tortas con cosas que ya sabíamos por las novelas originales de Larsson.
Vamos con Claire Foy. La protagonista de The Crown es una de las mejores actrices del momento, y sin duda una virtuosa de la interpretación que puede hacer maravillas con casi cualquier personaje y guión que tenga entre manos. Aquí vuelve a demostrarlo. Tanto, de hecho, que es su presencia la que salva el producto entero y consigue un aprobado para la cinta de Fede Álvarez. Su fuerza, su carisma, su mirada, el acento sueco que ha conseguido, su voz, todo denota la enorme calidad y atención que pone Foy siempre en la preparación de personajes y su interpretación final ante la cámara. Sin embargo, hay que decir también que no es la actriz idónea para un personaje como Salander. Tiene un rostro y unos rasgos demasiado dulces, y por muchos tatuajes y tinte negro en el pelo que le pongan no logra dar la imagen, la dureza y la turbiedad que tiene que tener Lisbeth. Una adecuación física que sí tenían las otras dos actrices que han dado vida previamente al personaje, Noomi Rapace y Rooney Mara.
En definitiva, una thriller pasable, pero nada más.

Lo mejor: Claire Foy, que hace lo que puede, que es mucho, pese a tener una historia que no acompaña y pese a no ser la actriz idónea para este personaje.
Lo peor: La historia es endeble y en nada recuerda al turbio, malsano y apasionante mundo que creó Stieg Larsson.