Se podría decir, sin duda, que The Silencing, primera aventura americana del director belga Robin Pront, es un poco un Prisoners a la baja, por la similitud de sus argumentos. Pero claro, la grandiosa cinta de Denis Villeneuve son palabras mayores. Sin duda, The Silencing podría haber cuidado mejor a sus personajes secundarios, que no están a la altura de los dos principales, y quizás le falta algo más de empaque emocional (ver el final).
Aun así, un 5,4 parece un castigo excesivo para un thriller que aprovecha muy bien sus puntos fuertes. El primero es su ajustada duración. Escasos 90 minutos que permiten ir al grano y no perderse en escenas innecesarias. El segundo es la interpretación de Nikolaj Coster-Waldau, un excelente actor al que quizás nunca hubiéramos visto en roles protagonistas de no ser por Juego de Tronos, y que una vez más demuestra que tiene oficio y carisma de sobra para llevar el peso de cualquier proyecto. El tercero es su claro mensaje sobre la reconciliación y dejar descansar en paz a quienes nos han dejado, por su memoria y por la tranquilidad mental y emocional de quien sufre la ausencia. Y el cuarto es esa fotografía azulada, maravillosa, que aprovecha y explota a la perfección los amenazantes paisajes boscosos y la nieve de los escenarios de la película, que añade mucha atmósfera a la trama. Puro thriller criminal.
Notable.

Lo mejor: Su fotografía y su ambientación, que le van estupendamente a la historia, su entretenimiento y el trabajo de Nikolaj Coster-Waldau.
Lo peor: Podría haber cuidado más los personajes secundarios.