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Voto de Sibila de Delfos:
8
Drama Invierno de 1944. Lucía (Lucía Jiménez), una joven de 21 años, regresa a un pequeño pueblo de montaña. Allí encuentra a Manuel (Juan Diego Botto), un joven herrero que colabora con los maquis: guerrilleros que, ocultos en la sierra, no se resignan al triunfo del franquismo. Lucía empieza a sentirse atraída por Manuel, sobre todo por el valor que muestra al jugarse la vida para defender sus ideas. Cuando, por fin, Manuel se echa al ... [+]
23 de setiembre de 2020
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es posible que Silencio roto no llegue a ser tan sublime como Secretos del corazón y Obaba, las otras dos películas de lo que podríamos llamar la "trilogía navarra" de Montxo Armendáriz. Sobre lo que no hay duda es sobre que el director de Historias del Kronen es uno de los mejores retratistas, por no decir el mejor, de la sensibilidad rural no sólo de Navarra y el País Vasco sino de todo el país, y un absoluto maestro en el manejo de las emociones. Sus películas son profundamente emotivas, pero en ningún momento buscan la lágrima fácil, sino que consiguen emocionar y encoger el corazón del espectador por medio de unos personajes maravillosamente desarrollados y una historia perfectamente construida que se va desgranando poco a poco, combinando una técnica cinematográfica superlativa con entretenimiento.
En Silencio roto, Armendáriz cuenta una poderosa historia de amor con la posguerra española y el maquis de fondo, y el resultado es extraordinario. Una vez más, el realizador demuestra su habilidad para poner en pantalla personajes con encanto, que no tienen problema alguno para que el espectador se identifique con ellos. No es una película estrictamente política, aunque por supuesto tiene su mensaje, y contiene escenas poderosas en su emoción. Las localizaciones, como es habitual en el cine del navarro, son un personaje más, tan importante para transmitir esa emotividad como unos diálogos enormemente cuidados y recitados con mimo por el excelente reparto.
Además, hay que destacar la soberbia interpretación de Lucía Jiménez (otra actriz salida de la factoría Al salir de clase, injustamente perdida en los últimos años dentro de nuestra cinematografía, quién sabe si como castigo por el desastre que fue la serie de Alatriste) como la atribulada Lucía, Mercedes Sampietro y Álvaro de Luna poniendo la nota de elegancia y veteranía con su calidad sobradamente probada, o una espectacular María Botto como Lola, un personaje vital en la trama (ver su última conversación con Lucía).
En definitiva, una muestra más del talento de Armendáriz, especialmente cuando retrata su tierra natal y ese mundo rural que esconde tantos secretos y sentimientos.

Lo mejor: El puro estilo Armendáriz. Magia pura. Las interpretaciones del reparto y las maravillosas localizaciones naturales.
Lo peor: Quizás no llega al nivel de sus "hermanas", Obaba y Secretos del corazón. El listón estaba muy alto.
Sibila de Delfos
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