Bosque maldito es terror bajo bandera irlandesa, pero al final es lo mismo de siempre. Otra historia más de niños poseídos, que como no ha habido ninguna antes... y sí, nótese el sarcasmo.
La atmósfera no es mala y la realización de Lee Cronin es notable, y se nota su respeto por las características más clásicas del gótico (la casa, la oscuridad, el bosque, etc), pero sencillamente es algo que hemos visto ya demasiadas veces y no consigue sorprender ni entusiasmar demasiado.
Ni siquiera el giro argumental que parece tener en el epílogo (ay, las cámaras de fotos... qué importantes son en el cine de terror) ayuda demasiado a que la película pueda subir de nota.
Entretenida, pero poco más.