Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Pakosky:
3
Aventuras. Acción. Fantástico En un mundo dominado por la barbarie y la maldad, un guerrero y una mujer llamada Red Sonja tendrán que enfrentarse a la perversa princesa Gerden y a los poderes de un maléfico talismán. Pero sólo podrán conseguir la victoria si ella conserva la virginidad. (FILMAFFINITY)
12 de agosto de 2010
8 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y nunca mejor dicho. El espabilado de De Laurentiis, que de vender la moto siempre supo mucho (y no hay más que ver sus horripilantes adaptaciones de Conan), colocó a Arnold en el centro del cartel de una película a la que llamó "Red Sonja"... En España "El guerrero rojo" por arte y parte de algún distribuidor espabiladillo de esos que tenemos. Y ocurrió lo que tenía que ocurrir: muchos hicimos cola para ver una película protagonizada por la espadachina hyrkania en la que iba a salir Conan como es menester (aunque esta vinculación no es del todo clara en los relatos de Howard y se debe, más bien, a los comics marvelianos).

Pero era un timo. De Laurentiis había perdido los derechos sobre el personaje y no podía citar el nombre de Conan -cosa que además nos dejó a los fans el consuelo de ahorrarnos el sufrimiento de una tercera parte machacando la memoria del cimmerio. Tampoco importa. Esta peliculilla de pseudoaventuras barbaras es tan extremadamente floja y tediosa que no resiste un asalto, con un Fleischer decadente (tan venido a menos que parece un director de tercera), una Brigitte Nielsen insoportable y un aire de pastiche cutre intolerable con olor a cartón piedra del barato. Ni siquiera saco a relucir comparaciones con la literatura de Robert E. Howard porque todo argumento que mezcle al gran escritor tejano con este bodrio será tan insultante como innecesario.

Y otro comentario para seguir granjeándome las amistades de la legión de freaks amantes del geypermán "chochenaguer": como casi siempre, muy mal, en plan anti-actor haciendo de sí mismo. No interpreta a Conan, narices, y en el fondo se agradece una enormidad. Claro que este buen hombre tampoco sirve para la política, y ahí anda. Está visto que más vale caer en gracia que ser gracioso.
Pakosky
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow