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Voto de Tombol:
7.092
Drama
Relato ambientado en la tristemente famosa cárcel de Carandiru, en Sao Paulo, donde, en 1992, la policía redujo de forma violentísima una revuelta masacrando a más de cien presos que estaban desarmados. (FILMAFFINITY)
31 de marzo de 2023
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
OPORTUNIDAD PERDIDA: De alcanzar altas cotas en el cine, de ir realmente lejos en la denuncia, de mostrar la realidad sin tapujos para revelarse en el interior del espectador. Al final, se queda a medio gas.
EL ARGUMENTO: Babenco ha pretendido hacer un homenaje a los que allí fallecieron, en Carandiru, en 1992, y se ha basado seguramente en la descripción que hizo el médico del presidio. Un homenaje que describe y reivindica a los que sufrieron aquel horror. El homenaje puede ser emotivo más lo que pedían los hechos era justicia histórica, y Babenco no se la juega.
LA DENUNCIA: El presidio fue conocido por los graves hechos que allí sucedieron en 1992, y seguramente la gran mayoría de espectadores que acudieron al cine querían una película que contara con detalle aquellos hechos brutales. Pero Babenco prefiere salvar las espaldas y el dinero, y sorprendentemente, solo dedica a los hechos de marras la última media hora de cinta, de forma precipitada y algo descafeinada. La última media hora en una cinta de casi dos horas y media, la media hora final en la que el espectador suele empezar a revolverse en la butaca del cine por las rigideces de espalda...
LA VERDAD: Seguramente lo que allí sucedió vino precipitado porque se venía un proceso electoral y no interesaba que hubiese ningún escándalo, había que solucionar aquello de forma rápida y además mostrarse sólido para que nadie dudara de la firmeza de los políticos en ciernes... Lo cierto es que colaboraron en la matanza los principales poderes del Estado, esto es, políticos, funcionarios tecnócratas, militares, policías, justicia,... todos por activa o por pasiva.
LA PELÍCULA: Se deja ver, sí, tiene su atractivo, es correcta en su realización, las actuaciones cumplen bien. Más estamos hablando de unos hechos gravísimos, unos hechos de impacto mundial, a los que la película no consigue hacer justicia. Estamos hablando de unos hechos reales, ocurridos tan solo diez años antes... creo que los brasileños se merecían más explicaciones del caso, ya que la justicia había escondido su solemne martillo.
Otra vez el rodillo estatal quedando impune. Otra vez los fotogramas dejarán que la historia quede sepultada en los escombros. Normal, seguramente el cine se creó básicamente para entretener, para hipnotizar, para que por unos instantes vivas en el mundo de los sueños.
EL ARGUMENTO: Babenco ha pretendido hacer un homenaje a los que allí fallecieron, en Carandiru, en 1992, y se ha basado seguramente en la descripción que hizo el médico del presidio. Un homenaje que describe y reivindica a los que sufrieron aquel horror. El homenaje puede ser emotivo más lo que pedían los hechos era justicia histórica, y Babenco no se la juega.
LA DENUNCIA: El presidio fue conocido por los graves hechos que allí sucedieron en 1992, y seguramente la gran mayoría de espectadores que acudieron al cine querían una película que contara con detalle aquellos hechos brutales. Pero Babenco prefiere salvar las espaldas y el dinero, y sorprendentemente, solo dedica a los hechos de marras la última media hora de cinta, de forma precipitada y algo descafeinada. La última media hora en una cinta de casi dos horas y media, la media hora final en la que el espectador suele empezar a revolverse en la butaca del cine por las rigideces de espalda...
LA VERDAD: Seguramente lo que allí sucedió vino precipitado porque se venía un proceso electoral y no interesaba que hubiese ningún escándalo, había que solucionar aquello de forma rápida y además mostrarse sólido para que nadie dudara de la firmeza de los políticos en ciernes... Lo cierto es que colaboraron en la matanza los principales poderes del Estado, esto es, políticos, funcionarios tecnócratas, militares, policías, justicia,... todos por activa o por pasiva.
LA PELÍCULA: Se deja ver, sí, tiene su atractivo, es correcta en su realización, las actuaciones cumplen bien. Más estamos hablando de unos hechos gravísimos, unos hechos de impacto mundial, a los que la película no consigue hacer justicia. Estamos hablando de unos hechos reales, ocurridos tan solo diez años antes... creo que los brasileños se merecían más explicaciones del caso, ya que la justicia había escondido su solemne martillo.
Otra vez el rodillo estatal quedando impune. Otra vez los fotogramas dejarán que la historia quede sepultada en los escombros. Normal, seguramente el cine se creó básicamente para entretener, para hipnotizar, para que por unos instantes vivas en el mundo de los sueños.
