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España España · Barcelona
Voto de Tombol:
9
Drama En un elitista y estricto colegio privado de Nueva Inglaterra, un grupo de alumnos descubrirá la poesía, el significado del "carpe diem" -aprovechar el momento- y la importancia vital de luchar por alcanzar los sueños, gracias al Sr. Keating, un excéntrico profesor que despierta sus mentes por medio de métodos poco convencionales. (FILMAFFINITY)
25 de febrero de 2022
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carta abierta a Peter Weir

Estimado Peter:

Te escribo estas líneas tras visionar tu famosa película "El club de los poetas muertos". Ya la había visto el año de su estreno, allá por 1989, entonces no me pareció mala, tenía su encanto, pero tampoco la hubiera puntuado entonces por encima de un 6 o un 7. A día de hoy apenas recordaba un par de escenas.

La he vuelto a visionar hoy. Y, a bote pronto, ya te digo que me ha parecido un producto excelente, de hecho la voy a puntuar con un 8,7.

Esta vez creo que he profundizado un poco más en su contenido, he entendido el alcance de tu propuesta. Y me ha maravillado. He visto en tu obra una disección brillante sobre el mundo en que vivimos.

Ya me imagino que la mayoría del público se habrá quedado con la rigidez del mundo académico anglosajón, con el rigor de los catedráticos tradicionalistas, con la bonhomía del joven mundo estudiantil. Seguramente habrán percibido la cinta como la típica historia del mundo de la educación, en el que el sistema escolar con estructuras antiguas constriñe a las nuevas generaciones de jóvenes.

Personalmente entiendo que tu enfoque va mucho más lejos. Entiendo que ese Colegio y sus docentes representan a la estructura estatal y a los responsables que la dirigen. Y que los estudiantes somos la población, la masa social. Y digo esto porque encuentro una semejanza exacta de esos elementos con los que en la actualidad, 2022, se mueven en el mundo.

La película te habla de ser uno mismo, de tener criterio, de pensar con libertad, de decidir conforme a lo que uno siente... pero con discernimiento, con inteligencia. Y ubica todas estas cuestiones en el mundo académico, donde los jóvenes empiezan a despertar al mundo de la creatividad, del sexo, del valor... al que va a ser el mundo adulto. En los jóvenes están todos esos valores latentes, todavía llenos de inocencia, y con toda la ilusión y fuerza que aportan el tener la mente y el cuerpo sin baquetear.

Sí Peter, el mundo de hoy tiene las nocividades que enmarcas en tu cinta, me estoy refiriendo a reprimir los deseos, de no mostrarse sinceros, de obedecer sin rechistar, de internalizar las ideas políticamente correctas, de no pensar ni plantearse nada que se salga de los libros y la ideología oficialista, de falsear la verdad con tal de salvar el cuello, de engañarse a uno mismo para mantener el status, de establecer medidas o leyes absurdas, de conducir a toda una sociedad mediante la coerción y la amenaza... por decir unas cuantas. No, no es solo el retrato de una sociedad tradicional no muy antigua, es también el retrato de nuestra sociedad... si no te quieres engañar. La situación actual, la pandemia, nos ofrece una oportunidad única de comprobar, de manera fehaciente, que vivimos sometidos bajo todos esos parámetros.

Y también Peter, enmarcas lo que también caracteriza al ser humano, potencialmente, esto es, su inocencia, su valentía, su compañerismo, sus ganas de vivir, su necesidad de libertad, su empatía con los iguales, su deseo de verdad, su no gregarismo, su vulnerabilidad, su deseo de superación, su honestidad. Nos recuerdas que somos
mucho más que lo que la sociedad contemporánea nos quiere hacer creer.

Lo sé Peter, el ser uno mismo al que te refieres no es individualismo egotista, estás hablando de no morir en la alienación, el no creerse ese famoso "por el bien de todos" que nos quiere amordazar.

Con qué finura lo has hecho Peter, mostrarnos en una historia sencilla que el poder desmesurado acaba corrompiendo a quien se entrega al mismo. Y entonces sólo hay un recorrido, el que conduce a la deriva del individuo.

Tu película es realista, Peter, porque no nos vendes milongas. Y planteas un supuesto creíble y alejado de moralejas o conclusiones buenistas. Te lo agradezco mucho, sinceramente.

Me ha gustado como has guiado a todo el reparto, especialmente a Robin. Ese personaje, tan comedido, tan austero en sus intervenciones, sirve a la perfección al sentido de todo el relato. Los hay que querían más minutos de Robin, pero tú hiciste bien, no se trata de idolatrar ni de crear héroes, se trata de entender la situación. Los que piden más Robin en realidad están pidiendo más infantilismo.

Pensarás, Peter, que porqué no te he puesto el 10. La verdad es que el 10 sólo se lo pongo cuando todo está de 10, incluyendo aspectos técnicos. Por eso el 10 está reservado sólo para Kubrick.

Oye Peter, hay algunas escenas que son maravillosas, he llegado a soltar unas lágrimas incluso. Esta película es suficiente como para dignificar toda tu carrera, lástima que ya no se hagan trabajos de este calibre. Te agradezco mucho el buen rato que me has hecho pasar.

Atentamente
Tombol
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