Película que produce en mí, sensaciones encontradas. Como drama carcelario en el que se nos narra la entrada en prisión de un pipiolo americano en una cárcel turca en los años 70, por tratar de colar en el aeropuerto dos kilos de hachís y toda la transformación que sufre y su penoso descenso a los infiernos, me parece que está muy bien contada, con pulso y maestría, llevando al espectador de la mano del personaje, por el camino de la desesperación y locura, en medio de la soledad más absoluta.
Sin embargo, creo que se pasan tres pueblos. Narrada de forma efectista y manipuladora ( y mira que a mí no me importa que me manipulen con tal de que lo hagan bien), se le ven las costuras por todas partes.
Primero. Nos hablan de hechos reales. Sabemos ahora, que muchos de los hechos no sucedieron así, por lo que si queréis apreciarla, tendréis que partir de la base de que estáis viendo una ficción.
Segundo. La película se rodó cuando las relaciones entre Turquía y EEUU eran inexistentes. A Turquía le interesaba dar una imagen internacional de que luchaba con ahínco contra el narcotráfico y así, cazar a un americano en su país pasando droga, era la excusa perfecta que necesitaban.
Pero de ahí, a que nos obligue Alan Parker y su guionista Oliver Stone, a tragar con la imagen tan degradante que hace del país turco, hay un abismo.
Naturalmente que no creo que las cárceles turcas sean precisamente, y menos en los años 70, habitaciones de hotel, pero es que en todo el film, no sale un solo turco decente. El maniqueísmo es tan exagerado, que las escenas que probablemente sean veraces, pierden su credibilidad, distanciando al espectador de toda la trama.
Con esto no quiero decir que no comprenda la xenofobia, de un lado y del otro, presente en el film( spoiler). No espero y no me gustaría, un film políticamente correcto como tantos de ahora, pero aquí se pasan. No todos los turcos son así y el director lo ha soslayado, convirtiendo esta " biografía" en un film de buenos y malos.
Lo que sí me ha gustado mucho, es el proceso del personaje. Desde que entra en prisión, siendo un cabeza de chorlito, hasta que poco a poco, a medida que la desesperanza y la soledad van haciendo mella en él, vemos cómo se va transformando hasta alcanzar los límites de la locura.
Conclusión. Película recomendable, si la vemos como ficción como muchos otros dramas carcelarios.