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6
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Serie de TV. Thriller
Siglo XVII. Una mujer se muda a vivir con su nuevo marido a Ámsterdam, y pronto descubrirá que no todo es lo que parece. Telefilm emitido en tres partes y autoconclusivo basado en la novela de Jessie Burton. (FILMAFFINITY)
2 de enero de 2020
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuidada producción de la BBC que adapta, en esta ocasión, una novela de Jessie Burton, convertida en best seller y ambientada en la Amsterdam del siglo XVII, en pleno apogeo de un floreciente comercio y cuna de grandes pintores de la época cuyos cuadros inspirarán la excelente fotografía de la serie.
Nuestra protagonista será una muchacha de noble familia, obligada a casarse con un desconocido comerciante para subsanar las deudas de su empobrecida familia.
No obstante, la muchacha tiene esperanzas de hallar el amor en su marido, hasta que llega a su mansión donde vive con su hermana, una solterona de agrio carácter y dos críados, siendo uno de ellos un antiguo esclavo negro comprado por su marido, pero que dentro de la casa goza de una extraña libertad.
La muchacha pronto descubrirá que se ha metido en un mundo lleno de secretos, donde todos parecen ocultar algo.
Tengo que decir que a mí la miniserie me ha decepcionado bastante.
No he leído la novela, o sea que no puedo compararlas. Pero la trama que comienza muy prometedora con un toque de misterio paranormal y donde nadie parece ser quien es, se va desinflando de una manera lamentable, como si los guionistas, o la escritora, no lo sé, quisieran prometer grandes sorpresas de juegos secretos e identidades, para luego quedarse como si no supieran como culminar aquello y ofrecer desenlaces muy previsibles y convencionales para nuestras mentes.( spoiler)
Un producto pues, lleno de gran belleza ( muchos fotogramas son cuadros de pintores flamencos), que comienza con un suspense prometedor para ir decantándose por cierta crítica social, en la que falla estrepitosamente al no mantener ni lo uno ni lo otro.
Nuestra protagonista será una muchacha de noble familia, obligada a casarse con un desconocido comerciante para subsanar las deudas de su empobrecida familia.
No obstante, la muchacha tiene esperanzas de hallar el amor en su marido, hasta que llega a su mansión donde vive con su hermana, una solterona de agrio carácter y dos críados, siendo uno de ellos un antiguo esclavo negro comprado por su marido, pero que dentro de la casa goza de una extraña libertad.
La muchacha pronto descubrirá que se ha metido en un mundo lleno de secretos, donde todos parecen ocultar algo.
Tengo que decir que a mí la miniserie me ha decepcionado bastante.
No he leído la novela, o sea que no puedo compararlas. Pero la trama que comienza muy prometedora con un toque de misterio paranormal y donde nadie parece ser quien es, se va desinflando de una manera lamentable, como si los guionistas, o la escritora, no lo sé, quisieran prometer grandes sorpresas de juegos secretos e identidades, para luego quedarse como si no supieran como culminar aquello y ofrecer desenlaces muy previsibles y convencionales para nuestras mentes.( spoiler)
Un producto pues, lleno de gran belleza ( muchos fotogramas son cuadros de pintores flamencos), que comienza con un suspense prometedor para ir decantándose por cierta crítica social, en la que falla estrepitosamente al no mantener ni lo uno ni lo otro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Hay muchas cosas que me parecen lamentables en este guion.
La casa de las miniaturas que le regalan a la muchacha y cuyos objetos parecen predecir un futuro, aportan un toque fantástico y misterioso que deberían haber explotado hasta el final. Me parece un engaño al espectador utilizar un personaje que se adivina fantástico, en forma de muchacha angelical de ojos brillantes y misteriosos, para luego resultar que es una simple aprendiz, que parece un hada eso sí, que sólo quería hacerle regalitos metiendo sus narices donde nadie le llamaba.
Otra cosa que tampoco me gusta, aunque parece que en eso muchos no están de acuerdo conmigo, es la manía que les ha entrado a todos los escritores y guionistas actuales de escribir dramas de época metiendo la cuota correspondiente de nuestras reivindicaciones actuales.
Naturalmente, ésto pretende ser una crítica al puritanismo e hipocresía de aquella sociedad.
Y en el hogar que nos ocupa, tenemos a nuestra feminista actual( Romola Garai), la solterona que no se ha casado, no porque no ha podido, como era habitual en la época, sino porque prefería la gran libertad de la que gozaba, es decir, tenía la misma independencia de una mujer actual.
También tenemos al amo de la mansión, un homosexual y a un criado negro amante de su jefa.
Y naturalmente la dulce esposa que al principio se sorprenderá pero luego demostrará una apertura de mente muy actual e irá comprendiendo que es la sociedad la que se equivoca y no ellos.
Me he dado cuenta que muchos señalan como una virtud estas actualizaciones de conflictos de épocas pretéritas, pero a mí me indigna.
NO me resultan nada creíbles los personajes.
Una cosa es mostrar un personaje femenino con cierto inusual poder de elección, dentro de las circunstancias, y otra presentar un personaje que hace lo que le da la gana.
Soy la dueña de mi casa. No, no es cierto. El dueño era su hermano y desde el momento en el que se casó, la dueña pasó a ser su esposa, consumara o no el matrimonio.
La mujer soltera tenía una posición realmente lamentable en aquella época. Dependía del varón que estuviese a su cargo, en este caso su hermano y su posición era la de una muchacha casadera que necesitaba carabina para todo, aunque tuviera más de treinta años. Desde luego, libertad para ir y venir y tomar decisiones no las tenía, excepto en esta película.
El marido, lo mismo. La homosexualidad en aquella férrea época y más con la puritana mentalidad, era vivida como una perversión, incluso, por los propios homosexuales. Dudo mucho que un homosexual hubiera vivido su condición con tanta comprensión como en esta película en la que todos los moradores de la casa, como todos esconden algo, aceptan con, casi, toda normalidad una cuestión que su religión, de la que su hermana es devota, abomina. También me extraña la aquiescencia de su mujer.
! Ah!, que eres marica. Deberías habérmelo dicho, eso no se hace. Pero no importa. Como me caes bien seguiré contigo y fingiré ser tu esposa a todos los efectos.
La hermana a todo esto está liada con el antiguo esclavo negro. Una relación que, sabiamente no nos han querido mostrar. Recordemos que al inicio del film nos presentan a su hermana como casi una beata. Es muy congruente, sí.
Y la criada que también es muy comprensiva. Conoce todos los secretos y no se escandaliza de nada. Es también muy lógico. Una chica del siglo XVII con una mente así de abierta.
En fin. Espero que no me malinterpreten en lo que estoy diciendo. Es, simplemente, que creo que deberían tratar de mostrar personajes más coherentes con la época.
Me parece bien que traten el feminismo, la integración racial y de clases, la homosexualidad y todo eso. Pero hay que tratarlo sin romper la lógica temporal. ¿ No les parece?.
La casa de las miniaturas que le regalan a la muchacha y cuyos objetos parecen predecir un futuro, aportan un toque fantástico y misterioso que deberían haber explotado hasta el final. Me parece un engaño al espectador utilizar un personaje que se adivina fantástico, en forma de muchacha angelical de ojos brillantes y misteriosos, para luego resultar que es una simple aprendiz, que parece un hada eso sí, que sólo quería hacerle regalitos metiendo sus narices donde nadie le llamaba.
Otra cosa que tampoco me gusta, aunque parece que en eso muchos no están de acuerdo conmigo, es la manía que les ha entrado a todos los escritores y guionistas actuales de escribir dramas de época metiendo la cuota correspondiente de nuestras reivindicaciones actuales.
Naturalmente, ésto pretende ser una crítica al puritanismo e hipocresía de aquella sociedad.
Y en el hogar que nos ocupa, tenemos a nuestra feminista actual( Romola Garai), la solterona que no se ha casado, no porque no ha podido, como era habitual en la época, sino porque prefería la gran libertad de la que gozaba, es decir, tenía la misma independencia de una mujer actual.
También tenemos al amo de la mansión, un homosexual y a un criado negro amante de su jefa.
Y naturalmente la dulce esposa que al principio se sorprenderá pero luego demostrará una apertura de mente muy actual e irá comprendiendo que es la sociedad la que se equivoca y no ellos.
Me he dado cuenta que muchos señalan como una virtud estas actualizaciones de conflictos de épocas pretéritas, pero a mí me indigna.
NO me resultan nada creíbles los personajes.
Una cosa es mostrar un personaje femenino con cierto inusual poder de elección, dentro de las circunstancias, y otra presentar un personaje que hace lo que le da la gana.
Soy la dueña de mi casa. No, no es cierto. El dueño era su hermano y desde el momento en el que se casó, la dueña pasó a ser su esposa, consumara o no el matrimonio.
La mujer soltera tenía una posición realmente lamentable en aquella época. Dependía del varón que estuviese a su cargo, en este caso su hermano y su posición era la de una muchacha casadera que necesitaba carabina para todo, aunque tuviera más de treinta años. Desde luego, libertad para ir y venir y tomar decisiones no las tenía, excepto en esta película.
El marido, lo mismo. La homosexualidad en aquella férrea época y más con la puritana mentalidad, era vivida como una perversión, incluso, por los propios homosexuales. Dudo mucho que un homosexual hubiera vivido su condición con tanta comprensión como en esta película en la que todos los moradores de la casa, como todos esconden algo, aceptan con, casi, toda normalidad una cuestión que su religión, de la que su hermana es devota, abomina. También me extraña la aquiescencia de su mujer.
! Ah!, que eres marica. Deberías habérmelo dicho, eso no se hace. Pero no importa. Como me caes bien seguiré contigo y fingiré ser tu esposa a todos los efectos.
La hermana a todo esto está liada con el antiguo esclavo negro. Una relación que, sabiamente no nos han querido mostrar. Recordemos que al inicio del film nos presentan a su hermana como casi una beata. Es muy congruente, sí.
Y la criada que también es muy comprensiva. Conoce todos los secretos y no se escandaliza de nada. Es también muy lógico. Una chica del siglo XVII con una mente así de abierta.
En fin. Espero que no me malinterpreten en lo que estoy diciendo. Es, simplemente, que creo que deberían tratar de mostrar personajes más coherentes con la época.
Me parece bien que traten el feminismo, la integración racial y de clases, la homosexualidad y todo eso. Pero hay que tratarlo sin romper la lógica temporal. ¿ No les parece?.