Película de supervivencia, que narra la fuga de un grupo de hombres de un gulag siberiano. Nos cuentan la travesía que tendrán que realizar, a través de la estepa siberiana primero, cruzando Mongolia después, el desierto del Gobi hasta llegar al Tibet y de ahí,cruzando el Himalaya, alcanzar por fin la India. Suena apetecible, porque pasan por toda clase de calamidades y superan mil y un infortunios, pero creo que Peter Weir, en esta ocasión, falla estrepitosamente en lo más esencial. Hacernos conectar con ese grupo, humanizándolo. Conocemos a esos personajes, sólo por lo que nos narran ellos de sí mismos, no hay una construcción de personajes, nos da exactamente igual uno que otro, tenemos bonitos paisajes sí, e incontables peripecias pero para que haya drama, es necesario que empaticemos con los personajes y no podemos hacerlo si no los conocemos íntimamente.Cada personaje, debería tener, no sólo su historia, sino también su personalidad, carácter, fortalezas y debilidades que hicieran que nos sintiéramos parte de ese grupo y así poder compartir la travesía con ellos y no dejarnos fuera, como meros espectadores a través de la pantalla. La magia del cine consiste en hacer creer al espectador que está dentro, batallando con los mismos problemas que los personajes. PASABLE.