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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
10
Cine negro. Intriga En el siglo XVI, los Caballeros de la Orden de Malta regalaron a Carlos I de España y V de Alemania la estatuilla de un halcón de oro macizo con incrustaciones de piedras preciosas. Era una muestra de gratitud por ciertas prerrogativas que el monarca les había concedido. Sin embargo, la joya no llegó nunca a manos del Emperador, ya que la galera que la trasportaba fue asaltada por unos piratas. Cuatrocientos años después, el detective ... [+]
10 de agosto de 2023
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿A quién preferís a Sam Spade o a Phillip Marlowe?.
Podréis replicar que la pregunta no procede porque son dos detectives surgidos de plumas diferentes, Dashiell Hammet el creador del primero y Raymond Chandler para el segundo pero yo creo que la pregunta es inevitable y no sólo porque el de la cicatriz en el labio y la colilla entre los dientes encarnara a los dos sabuesos dejándonos un legado inolvidable sino porque estos dos personajes comparten muchas características comunes y también muchas diferencias.
Tanto monta, monta tanto:
-El contexto.
Los dos tipos son producto de determinada época social, que han conocido ya una guerra, la primera Guerra Mundial y ahora se encuentran intentando sobrevivir como pueden en una jungla azotada por la corrupción, la crisis monetaria, la caída de los ideales y la desconfianza en las instituciones. Son náufragos en un hervidero y su única ley es la que ellos mismos se marcan.
Tendrán que bregar con toda clase de maleantes de cualquier clase y condición. Si un cliente paga mucho desconfía, si paga poco desconfía también, eso significa que algún otro as lleva guardado en la manga.
Las mujeres son traidoras pero de ningún modo desvalidas. También son supervivientes y han de cuidar sus intereses. ¿Qué diferencia hay entre sus métodos y los de los hombres que compran o venden lo que sea, con dinero o con violencia?.
Mary Astor ni es guapa ni tiene pasta para comprar así que tiene que recurrir a otras artimañas. Lo malo es que Spade tiene mucha escuela y se las pilla al vuelo. El rubor y la candidez fingida no le sientan bien, una carita más angelical le habría venido de perlas pero al final cae simpática y todo, de tanto como se esfuerza en hilvanar historia tras historia. A Spade creo que le pasa lo mismo, no le engaña pero igualmente cae desarmado.
Peter Lorre...!Huuummm, gardenias!. Soberbio personaje magistralmente interpretado. Ni censura ni gaitas, los clásicos se las arreglaban muy bien para colar lo que hubiera donde hiciera falta.
Sydney Greenstreet. !Aaahh, qué personaje!. Sus intercambios con Bogart resultan de lo más estimulantes. Otro que no se fía ni de su madre pero que también sabe afrontar los reveses de la vida con deportividad y buen humor.
El pobre Elisha Cook no sabe qué ha hecho para merecerse esto. Bogart le ha cogido manía, no se sabe bien por qué si el pobre chico sólo está haciendo su trabajo.
Lee Patrick es otra pájara aunque no lo parezca. Se la pega a todo Dios y luego llora, Claro que Spade tampoco es que sea un santito, un profesional sí, pero de santo nada de nada.
Y aquí es dónde yo encuentro que difiere de Marlowe. Este último me resulta más compasivo y más ético. Spade es íntegro sólo a su manera y en según qué cosas, Marlowe tiene unos principios más sólidos y también más románticos dentro de su realidad.
Hay más personajes interesantes, no se crean, lo que pasa es que la crítica se me extiende mucho si me pongo a mencionar a todos ellos.
En esta película, en todas estas películas, nunca importa tanto el qué sino el cómo. Personajes fascinantes, con carisma, bien dibujados y bajo los cuales se adivina una trayectoria larga y completa que ni siquiera es necesario pormenorizarlo en el film. Con dos o tres detalles bastan y sobran y, el resto, ya lo adivinamos. Esa era la maestría de estos grandes clásicos y de Huston. En esta película, el espectador, ve mucho más allá de lo que en realidad nos muestran.
Y, por supuesto, la crítica social implícita. Estos personajes, Bogart incluido, ni creen ni comparten el orden establecido. El sistema apesta, son todos unos ineptos y más le vale a cada uno buscarse las castañas a su modo porque si están esperando a la Justicia o a las instituciones les pueden salir telarañas.
El pájaro negro es de mal agüero. Tócala otra vez, Sam.
Izeta
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