The International es uno de los thrillers que más me han sorprendido últimamente. Funciona como película de conspiraciones y acción, pero añade a eso una importante y lúcida reflexión: hemos creado un sistema bancario internacional que ha terminado casi por gobernar el mundo, salvaguardando muchísimos intereses oscuros, y quien se atreva siquiera a pensar en echar abajo este monstruo tiene los días contados.
La película de Tom Tykwer, que vuelve a demostrar sus extraordinarias dotes como director tras la difícil adaptación de El perfume, es un thriller modélico: ritmo muy vivo, pero sin descuidar el trazado psicológico de los personajes; historia intrincada pero creíble; escenas de acción ajustadas a la historia, no como excusa para exhibir medios y tecnología; ambiente turbio en localizaciones bastante conocidas, y por último, ese trasfondo tan actual sobre los peligros de la globalización bancaria y el dinero negro.
En cuanto al reparto, ninguna pega. Clive Owen vuelve a demostrar su buen ojo y se embarca en un papel que le viene como anillo al dedo y con el que puede explotar su sobriedad característica; Naomi Watts es una actriz increíble y aquí, aunque su papel no es tan amplio como debiera, es el perfecto contrapunto para Owen; el resto de secundarios cumplen y redondean una película que sorprenderá a los que gusten de los thrillers de conspiraciones internacionales.
Yo la recomiendo por su dirección, por su reparto, por su historia tan anclada a la actualidad, y porque sabe mantenerte en tensión durante sus casi dos horas de duración. Pocas películas ofrecen eso. The International está hecha con esmero y con ganas de sorprender al espectador dentro de un género bastante trillado. Puedo asegurar que lo consigue.