El siglo XX ha sacado lo mejor y lo peor del ser humano. Los avances culturales y el desarrollo del pensamiento occidental se han aplicado tanto para hacer el bien como para intentar aniquilar a nuestros semejantes. Dos ejemplos de esto último son los campos de concentración nazis y los gulags soviéticos. Los primeros han acaparado la mayor parte de la atención, pero no deberíamos olvidar que cualquier régimen totalitario, sea del signo que sea, es condenable tanto por su perversión ideológica como por sus métodos de represión.
Peter Weir ha apostado por descubrir al gran público las inhumanas experiencias que se vivieron en los gulags soviéticos. Aunque sólo ocupa el primer tramo de la película, el retrato es convincente y aterrador, con gente que fue perseguida desde todos los bandos, gente obligada a delatar a los suyos o incluso asesinos comunes que son mejor tratados que los represaliados por ideología. Así se las gastaba Stalin.
Después de situarnos, comienza la historia, la de unos hombres que no están dispuestos a dejarse matar lentamente y deciden huir del gulag. Como dice un personaje, "los guardias no os matarán, lo hará el bosque y el frío" (cito de memoria). Y es que estamos hablando de 3.000 kilómetros a la redonda de hielo y montañas. Estos hombres no sólo atravesaron eso, sino que llegaron, tras atravesar Mongolia y el Tíbet, hasta la India. Una hazaña increíble, que demuestra hasta qué punto es capaz de aguantar el ser humano con tal de ser libre, de recuperar la libertad perdida.
Peter Weir tiene en sus manos un material difícil, que es por naturaleza monótono (un viaje a pie), pero sabe darle vida sin necesidad de recurrir a golpes de efecto. Centra su atención en los personajes, pero también sabe recrearse en los paisajes y captura con brillantez la torrencial fuerza de la naturaleza. Todo unido nos da una idea del sufrimiento padecido por estos hombres. Lo único achacable es su debilidad a la hora de emocionarnos, le cuesta un poco llegar a nuestro corazón.
Camino a la libertad es una película que nos descubre una parcela muy poco conocida de la historia del siglo XX. Además, es una historia de sacrificio extremo con la "única" recompensa de la libertad. Que, en tiempos de absoluta represión, es lo más grande que se puede tener.