Me pasa una cosa curiosa con Mikael Hafström: he visto dos o tres películas suyas y siempre me ha parecido que era mejor director de lo que finalmente demostraba. Sus películas apuntan a algo bueno, pero no terminan de concretarlo. Su talento parece estar por encima de lo que se ve en pantalla. Es una sensación, que nadie me pregunte el porqué.
El rito es una película con un buen comienzo, que sugiere una buena historia. Pero conforme avanza, y sobre todo cuando pretende ser aterradora, va perdiendo el rumbo. En medio de este tinglado se encuentra como protagonista un tal Colin O'Donoghue, al que no conozco y que no me ha parecido gran cosa como actor. Por otra parte, disfrutamos de veteranos como Anthony Hopkins (otro papel alimenticio para su currículum), Ciarán Hinds, Toby Jones o un fugaz Rutger Hauer. Sinceramente, todos ellos están desperdiciados.
El rito no es una buena película. Es demasiado larga, redundante y no sabe captar el interés del espectador. No ofrece tampoco algún momento de impacto por el que merezca ser recordada. Y tampoco es muy novedosa en su planteamiento y en su trama. Nos queda, en definitiva, una película bastante mediocre, muy poco novedosa, muy del montón. Puede que apunte cosas, pero, como digo en el título, ni se le ocurre disparar.