Siempre lo he pensado y parece que Celda 211 ha nacido para confirmar mi teoría: al cine español le va mucho mejor cuando hace cine de género. El público tiende a asociar el cine español con comedietas sin fuste o dramones con tintes sociales; ambos extremos están ya muy trillados y sólo provocan la estereotipación de nuestro cine.
Ahora bien, en cuanto trabajamos con géneros concretos, triunfamos la mayoría de veces. Amenábar con el cine de suspense, por ejemplo. Balagueró con el cine de terror. Alex de la Iglesia con la comedia negra.
El último éxito sonado del cine español ha sido Celda 211. ¿Por qué? Respondo con otra pregunta: ¿cuánto thrillers carcelarios hemos probado a hacer? Que yo recuerde, bien pocos. Nada más que tocar ese palo es de por sí novedoso en el panorama español, y si además se hace tan bien como lo ha hecho Daniel Monzón (que ya demostró su valía en la subestimada La caja Kovak), pues tenemos la mejor película de 2009.
Primera pregunta: ¿está Luis Tosar tan bien como dicen? Pues un rotundo sí. Y también el novel Alberto Ammann, Antonio Resines, Carlos Bardem y el resto de secundarios.
Segunda pregunta: ¿es verdad que es tan emocionante y vibrante como dicen? Sí, sí y sí. Celda 211 tiene un ritmo magnífico, no decae en ningún momento y presenta a unos personajes (no sólo el Malamadre de Tosar, aunque está claro que es el dueño y señor de la función) muy creíbles en una situación verdaderamente angustiosa.
Y por último: ¿es Celda 211 la película española del año? Sí. Para los amantes del thriller (y para los que no también) y de las emociones fuertes, Celda 211 es perfecta. Es un manual de cómo crear tensión, de cómo rodar con energía y sentido del ritmo, de cómo sacar lo mejor de unos grandes actores, y sobre todo, de cómo pegar al espectador al sillón durante cerca de dos horas.
Amigos, cuando os pongan verde al cine español, Celda 211 es vuestro mejor argumento. La película de Daniel Monzón ya ha cerrado muchas bocas. Y yo que me alegro.
Celda 211 es imposible de olvidar. Con eso lo digo todo.