Recuerdo una escena de una fiesta en Melinda y Melinda en la que Melinda entablaba conversación con Ellis, el pianista. Recuerdo esa conversación como un ejemplo de naturalidad y por fluida que era. El guión estaba muy bien en esa parte y la interpetación de los dos actores también aún aportaba más sal a la escena. Había feeling de verdad, resultaba tan auténtico que la historia tal y como se desarrolló después resultaba aún más creíble gracias a que se sostenía en un inicio muy auténtico. Luego la película seguía por otro lado y no siempre se mantenía ese nivel, pero vaya, esa no es la cuestión. Me estoy refiriendo a esa trozo de Melina y Melinda porque esa misma sensación que me despertó ese momento concreto de la película de Woody Allen con Antes del amanecer la sentí durante toda la película. Esta cinta claramente se sostiene en sus diálogos (la pieza clave de la película, al fin y al cabo) y lo que proyecta resulta verosímil, probable. La historia se desarrolla de tal manera que cuando florece su lado romántico no te invade esa misma sensación que con otras películas románticas del montón, no piensas eso de "vaya pastel". Y para gustar le basta con una puesta en escena sencilla, pero que basa sus esfuerzos en lo que los personajes hablan. Esa es la parte complicada de la película, lo cual a mí me encanta, valoro mucho que una película intente seducir al espectador con unas artes más inteligentes y sin truco efectista alguno Lo que es la historia para mí es coherente desde el inicio hasta el final, sin excesos ni pretensiones de resultar pomposamente épica, lo cual es de agradecer en una película de este tipo (romántica, vaya).

Tanto Hawke como Delpy crean unos personajes corrientes, pero a la vez interesantes, saben transmitir su moderda cándidez y que sus gestos resulten espontáneos, de modo que cuando se ve esta película casi te invade una extraña sensación como de voyuerismo y así consigues implicarte con la historia. Ethan Hawke nunca ha sido un actor de mi agrado pero aquí he de reconocer que ha demostrado oficio, que es un profesional muy capaz.

Para mí es una de las mejores películas románticas que yo haya visto hasta la fecha.