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Argentina Argentina · BsAs
Voto de pjrf:
6
Drama. Thriller. Intriga Los economistas más importantes del mundo se reúnen en el marco de una reunión del G8 en un hotel de lujo de la costa alemana. Uno de los misteriosos invitados es un monje italiano, invitado por Daniel Rochè, director del Fondo Monetario Internacional. Quiere que el monje le confiese, esa misma noche, en secreto. A la mañana siguiente, Rochè aparece muerto... (FILMAFFINITY)
13 de junio de 2017
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Leemos la realidad a través de símbolos. El lenguaje, sin ir más lejos, nos permite categorizar la masa de energía ante nosotros y dentro nuestro. A nivel inconsciente -ese terreno metafórico- el agua se identifica con el mundo emocional. No es de extrañar pues que los protagonistas de Las confesiones, dirigida por Roberto Andò, se pasen las casi dos horas de película nadando, mirando el mar o aflojando, por el agua de sus ojos, si entendemos quiénes son y qué es lo que tienen que hacer.

Cumbre del G8: la cúpula del Fondo Monetario Internacional se reúne en un hotel rodeado por el mar. El director, Roché, interpretado por un decidido Daniel Auteil, tiene algo que comunicarles. A la lista habitual de asistentes se le suman tres personajes que desencajan: un monje italiano, una escritora de cuentos infantiles y un músico. Nadie, ni ellos mismos, sabe qué hacen ahí. Crisis económica, son tiempos de austeridad y culpa; lo segundo sólo en las almas más claras. Se deben llevar a cabo nuevas reformas que ahogarán aún más a tantos ciudadanos europeos. Roché, el director del Fondo, abrumado por toda una vida dedicada a la jeta y a la plata, anuncia finalmente que ha invitado al monje Salus para que le confiese. La misma noche en que Salus procede, Roché aparece muerto. El italiano se convierte en primer sospechoso y se niega en rotundo a revelar las confesiones de Roché. A partir de aquí las piscinas, bañeras, lágrimas, mares y lagos de cada uno de los integrantes de la situación van saliendo a la superficie. El acto de Roché obliga así a todos a remover sus propias profundidades, en busca de un rinconcito de luz o del perdón. En busca de un lugar que habían dejado olvidado y que, si no fuera por el azar de un espejismo, nunca hubieran mirado.
pjrf
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