La mejor película animada del año llega sorpresivamente del lado de la -usualmente- pastelosa Disney que al igual que el protagonista se vuelve "Turbo" y se apodera de un juego que parecía pertenecer a Pixar. "Ralph. El demoledor" es mitad homenaje, mitad nostalgia, nos trae recuerdos de tardes "desperdiciadas" frente a la consola y se divierte metiéndonos en el universo interno de éstas.

Moore crea un mundo paralelo, tan creíble como divertido, con reglas que van más allá de las que proponen los juegos, reglas donde cada personaje tiene su lugar y su trabajo. El diseño de producción (animado) es fabuloso, los decorados de los juegos juegan (valga la redundancia) con la contraposición entre la rústica de los retro con respecto a la digitalización moderna en HD. La animación está muy lograda, nuevamente se contraponen los movimientos básicos de los juegos viejos con respecto al realismo de los más nuevos.

La historia es sencilla en cuanto a su mensaje, trata superficialmente de colocarse en el lugar de los antagonistas y de mostrarnos que aceptarse tal y como uno es, es lo mejor. Incluso rechaza las complejidades "filosóficas", lo que proponía el personaje de la niña de querer ganar una carrera que podría significar el fin de su juego y de su existencia es finalmente descartado cuando conocemos quién es realmente King Candy. Empero el guión está construido con mucha gracia, varios diálogos que tiran a un humor más gris que blanco, y unos personajes dibujados con mucha pasión -Jane Lynch hace de la heroína y parece que estuviéramos escuchando a la profesora de "Glee"-. Y lo mejor es que se centra en un personaje que pese a ser el malo termina por convencerte de lo contrario, a lo largo de la historia hemos conocido grandulones de tierno corazón pero de fuerte coraza, King Kong, Hulk y hasta el verde Shrek, pues Ralph se les une al grupo, él es el malo y se siente mal porque no quiere ser el antagonista, pero sus movimientos son tan bruscos que aunque no quiera destruye.

La cinta atrapa por su detallerío -la "falla", los movimientos de los personajes, "si te mueres fuera de tu videojuego no te regeneras", etc.- a la hora de recrear ese mundo de los videojuegos; coloca mucho guiño como la frase "¿desde cuándo los videojuegos son tan violentos?", o el pasado traumático del personaje de Jane Lynch, así como también la reunión de "Villanos Anónimos" comandada por un fantasma del Pac-Man; y sobretodo tiene un ritmo muy divertido que aunque no seas fan de las consolas o nunca las hayas jugado te divertirás igual.

Lo mejor: su dirección de arte.
Lo peor: la superficialidad de su argumento.