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Argentina Argentina · Hija no reconocida de Madonna
Voto de Ketty Analfer D:
2
Terror. Thriller Emily Jenkins (Renée Zellweger) es trabajadora de servicios sociales. Emily piensa que en su campo lo ha visto todo... hasta que un día conoce a su nuevo y más misterioso caso, el que hace el número 39: una problemática niña maltratada de 10 años llamada Lilith Sullivan (Jodelle Ferland). Confirma sus peores miedos cuando los padres de Lilith intentan matar a la niña, su única hija. Emily la salva y decide llevársela con ella, hasta que ... [+]
25 de marzo de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En las bajas épocas de Renée Zellwegger -después del 2003 su carrera cayó estrepitosamente-, la conocida actriz aceptó ser la protagonista de un film de terror corriente. Sabemos que de estos se hacen copias y copias por año, sabemos que algunas son aceptables y otras son una verdadera cagada, bueno esta película pertenece al segundo grupo.

Da la sensación que desde "El exorcista" (William Friedkin, 1973), o tal vez desde antes, hay una gran tendencia y fascinación por colocar a los niños como perversas encarnaciones del mismísimo Diablo. El asunto es que algunas veces esta premisa se utiliza de manera correcta y acertada, en otros casos no tanto, y después tenemos a "Caso 39". Todo es tan obvio y predecible que hasta en la sinopsis nos dicen lo que va a pasar, pero lo peor es que Alvart intenta que no "descubramos" las intensiones de la niña como si no supiéramos cuáles son. El más que previsible cambio de actitud de la niña da vergüenza ajena.

El slogan de la cinta podría ser "vence tu miedo", premisa también utilizada antes, donde la protagonista (Zellwegger) debe vencer a su propio pasado y los miedos que esconde, para poder terminar con la amenaza. Estos no son los únicos clichés, también tenemos todos los chiches técnicos tantas veces usados que ya hasta debe haber un manual que todos siguen sin preguntar. Tenemos los típicos sustos efectistas, puertas que se abren, soniditos raros, etc.; tenemos la típica banda sonora pedorra que realza de forma obvia los momentos de tensión, exagerando hasta lo imposible; un montaje radical; y primeros planos malévolos como la giradita de la niña en una silla, algo con estilo "El exorcista" sólo que aquí gira el cuerpo completo no sólo el cuello.

Agreguen también a la receta unos diálogos con falsa profundidad, y una explicación sencillísima de los comportamientos de los personajes, y tendrán el resultado de "Caso 39". En serio, ¿insectos en el oído? ¿el miedo que pasa por el teléfono?, ¿no les suena a "Vigila quien llama"? Es que hasta en eso le falta originalidad al film.

Por cierto, destaquemos que nunca una escena como la del horno me hizo reír tanto. Ese es otro detalle: las risas involuntarias. En el caso de la escena del súper mega profundo horno, me quedé esperando que alguien me avisara que era un sueño, una alucinación o algo parecido que estaba teniendo la Zellwegger o la propia niña, pero resulta que todo era real, la niña de 1 metro y medio cabía dentro de un horno.

Lo mejor: pese a lo absurda que me resultara la actitud de los personajes y la resolución de la escena en si misma, no negaré que será lo único que recuerde de esta cinta dentro de unos meses, así que me quedo con "el súper horno".
Lo peor: ni siquiera asusta. Yo suelo perdonar los clichés, las inverosimilitudes y las incongruencias, pero no puedo perdonar que un film de terror no asuste.
Ketty Analfer D
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