Buen trabajo de la directora y actriz francesa Maïwenn. Fuera del saco de películas de corte masculinizado, donde predomina la violencia explícita, aquí se narra la historia de la cortesana o plebeya ennoblecida Jeanne du Barry, que desgraciadamente hubo de adoptar el apellido de su miserable proxeneta, casándose con él, para poder llegar a ser la amante oficial o "preferida" del Rey Luis XV, de quien sí se enamoró. Por lo que se cuenta, el amor era mutuo, a pesar del machismo imperante por el que él podía ejercer su libertinaje sin consecuencias y ella... obviamente no.
La historia comienza y finaliza a modo de cuento narrado por una voz masculina en off, que otorga mayor agilidad a la hora de avanzar hacia la parte con más peso y cierto encanto también.
Aún reflejando la tiranía que tocaba en suerte al nacer mujer - como ser utilizada continuamente como moneda de cambio o enviada a un convento - la rebeldía, la valentía y el carácter rompedor de la protagonista, a la vez que una personalidad amable y culta y la estética predominante, hacen que se convierta en una historia que apetece escuchar y ver hasta el final.