Otra muestra más de que el cine francés no tiene nada que envidiar al cine americano. No se lo digas a nadie reúne todos los ingredientes de un auténtico Trhiller: la mujer fatal, las encerronas al preseuntamente inocente protagonista, el enemigo invisible que todo lo sabe...y un guion lleno de giros que encaja con precisión y que saben llevar el conflicto al desenlace con maestría. En ningún momento decae el ritmo, la historia te atrapa y te mantiene en tensión durante todo el metraje, y a medida que avanza la trama más nervios pasa el espectador. Genial el reparto, liderados por un Cluzet que se llevó el premio a mejor interpretación en los César de 2007. Un buen ejercicio visual, la recomiendo.