Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Chris Jiménez:
2
Terror Los espectros de unos nazis muertos durante un bombardeo mientras disfrutaban de una descomunal bacanal, regresan de la muerte para vengarse. (FILMAFFINITY)
8 de agosto de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lucio Fulci no estuvo muy despierto en imaginación a finales de la década de los '80, y eso que nos brindó fantásticos films como "El Destripador de New York" o "Aquella Casa al Lado del Cementerio", pero tras la pelea que tuvieron él y Sacchetti, que le mermó bastante, y ese atisbo de genialidad que fue "El Espejo Roto", el italiano nos hace saber que está en plena caída libre con este producto de tres al cuarto que pretende hacerse un hueco en el cine de terror para adolescentes que tanto pitaba en la década.

De un prólogo que recuerda a "Las Noches Rojas de la Gestapo" pero en plan muy cutre, pasamos a ver al típico grupillo de seis jóvenes un tanto subnormales donde no faltan el valiente, el callado y sensato, el graciosillo, la santa o la bollera. Chavales de lo más estereotipados sin nada interesante que decir, vamos. Con algunas pequeñas introducciones a lo fantasmagórico, la mansión donde aterrizan estas cándidas almas se llena de soldados alemanes...lujuriosos y un poco lentos, además.
Se supone que esto tendría que funcionar como "slasher" o como un film de terror de marca Fulci, pero no, todo queda en mero destape erótico-festivo (que ni erótico ni nada, oiga) y unas horribles situaciones desarrolladas como el culo en el guión, escrito al alimón por Fulci y Carlo Alfieri. Porque hay que reconocer que, aunque haya atmósfera de fantasmas y escenas de "gore" un tanto asquerosas, la trama está plagada de sinsentidos y llevada muy mal, llevada mal con ansia y glotonería, diría yo. Y los actores...je, mejor no hablar de ellos...

Sólo se salva un momento de la película. Uno, y es ese donde vemos a Mark jugar a esa extraña partida de cartas contra el soldado, con ruleta rusa incluida, y su posterior escena con la mujer en la habitación. El momento más Fulci, lleno de suspense y cercano al terror, que es de agradecer porque todo lo demás no se salva ni de casualidad de la quema...
En fin, un bache que anunciaba que el final para este gran director estaba muy cerca, y si 81 minutos no son suficientes para corroborarlo esperad a los tres minutos del final...que anda, que vaya final más majo tiene la película para rematar bien.
Chris Jiménez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow