Tenía muchas ganas de ver la última película dirigida por David O. Russell, un director diferente que dota a todas sus películas de un aire irónico y cínico (buen ejemplo sería "Tres reyes").

Partiendo, supuestamente, de un hecho real, Russell articula una película coral donde su mayor fuerte son las interpretaciones del 50 % de su reparto (matrícula de honor para los siempre solventes Christian Bale y Jennifer Lawrence y aprobado justito para la pareja Amy Adams/Bradley Cooper).

Es una obra que bebe del cine de gangsters más reciente (con una estética similar a "Casino"), donde el director nos cuenta la aventura de un estafador de poca monta que, de la noche a la mañana, se ve obligado a colaborar con el FBI para evitar su ingreso en prisión.

Y ahí se acabaron las comparaciones con la obra de Scorsese, aparte del cameo de Robert de Niro, claro.

El aspecto policial queda relegado desde el principio a un segundo plano, ya que la historia se centra sobre todo en las relaciones entre los cuatro personajes principales. Esto provoca algunos momentos cómicos bastante divertidos (la peluca de Christian Bale o los accidentes pirómanos de Jennifer dan mucho juego), pero supone un lastre en el avance de la narración. No hay una estructura definida, la película se nos cuenta a modo de flash-backs aleatorios con cuatro narradores diferentes. El ritmo del film avanza entre una anécdota y otra y, la persona que no entre desde el principio en el tono de la película, puede quedarse fuera la historia.

Es una película ligera que se degusta rápidamente, pero que no perdura en la memoria. Deja buen sabor de boca pero es poco duradero. ¿Es una mala película? Para nada. ¿7 nominaciones al Óscar? A mi modo de ver, excesivo, pero para esta edición se prevé una gala un poco floja.

No es una obra redonda, pero tiene buenos momentos. Los actores están convincentes y tiene un buen puñado de secundarios que sostienen la historia (el ya mencionado Robert de Niro, Jeremy Renner o Michael Peña). En definitiva, parece más un divertimento que una obra que busque perdurar en el tiempo.

Lo mejor: Christian Bale y Jennifer Lawrence. Que es una historia sin grandes pretensiones, y el director lo sabe.

Lo peor: La película se te olvida en el rato que sales de la sala y llegas a tu casa.