Magnífica película, a la vez que sencilla, con pocos e intensos personajes, que consigue atrapar al espectador desde el principio.

A destacar las interpretaciones de Alberto San Juan (inmenso) y de Julián Villagrán. Los temas que tratan son de profundo calado: la muerte, el suicidio, relaciones fraternales, relaciones de pareja, la comunicación con los hijos, el sentimiento de culpa, el terrorismo... pero el director ha querido aliviar todo ello con abundantes dosis de humor.

La acción se desarrolla en Estella (Navarra). Se critica la cerrazón de los pueblos (habladurías, críticas) y el terrorismo (en general y el de ETA en particular) , por lo que tienen de inútil, irracional y absurdo.

Excelente fotografía, soberbios diálogos...Una prometedora carrera comienza para Félix Viscarret. Se afianza Alberto San Juan como uno de los grandes actores españoles. Ya conocíamos su gran faceta de actor cómico, ahora-además-se nos revela como un gran intérprete dramático.